jueves, 26 de noviembre de 2009

Le dije que le amaba





  • El
Le dije que le amaba, pero ¿cómo no amarla?
si cuando el sol se apaga sus ojos más me buscan.
Le dije muchas cosas que apenas ya recuerdo,
y en cada despedida dejé rodar mis lágrimas.
Te digo que la quise como se quiere entonces,
cuando apenas se sabe, ni se quiere saber.
Coleccioné sus besos, los abrazos intensos,
guardé como un tesoro las caricias más díscolas
y me entregué sin miedo a una historia difícil.
Pero el tiempo ha pasado llevándoselo todo
en mis ojos la luna apenas se ilumina,
y la noche no acaba al empezar el día.
Le dije que le amaba, pero ¡cómo no amarla!
si aunque no la desee sus ojos aún me buscan.
Pero no tengo nada que pueda ya ofrecerle,
me he quedado vacío, de amor y de palabras
de gestos que acompañen lo que ella más desea.
Tal vez por eso busco el momento imperfecto,
ese instante valiente que acompañe mi pena,
cuando pueda decirle sin miedo a equivocarme,
ya no te quiero niña, ¡pero cuánto te quise!.

  • Ella

Sobre el azul del cielo dibujo margaritas,
dejando que sus pétalos el viento se los lleve.
El mismo que me roza robándome caricias,
me cuenta que no tengo, su amor junto a mi boca.
Pero cuando le veo, pasar junto a mi lado
mirándome a los ojos, fingiendo que me ve,
mi corazón palpita con miedo a detenerse.
A veces me pregunto, perdida entre recuerdos,
porqué le quiero tanto, si él ya no me ama.
Me dijo que amaba, juro que me lo dijo,
cogidos de la mano anduvimos un rato,
tumbados entre hojas dormimos los silencios,
mantuvimos helado ese instante imposible.
Pensé que me hablaría, que por fin sus palabras
sonarían sinceras como el agua de lluvia
que escucho en las tormentas,
cuando llega rompiendo junto a mi corazón.
Pero él nada me dijo y yo no pregunté,
aun me quedan los pétalos que el viento no tiró,
y es por eso que sueño e imagino que tengo
en mi mano su amor. Si lo ves y me entiendes
dile que yo le quiero, que sé que no me quiere,
que por eso le dejo, hoy libre el corazón.






miércoles, 18 de noviembre de 2009

Emily y Taylor Mittchel





Emily Mitchell es la madre de Taylor Mitchell una jovencísima cantante de Folk Canadiense que ha muerto recientemente debido a los ataques de unos coyotes mientras hacía acampada en uno de esos grandiosos y muy imponentes bosques canadienses, en el Parque Nacional de Cap Breton. La noticia ha sido publicada en medios nacionales españoles, hace ya unos días. Pero la carta que Emily escribe, para leer el funeral de su hija Taylor me llegó buscando referencias de los principales periódicos canadienses para un trabajo escolar de mi hija. Ya saben,( buscándole atajos que eviten excusas que la lleven hasta el tuenti cuando no debe). Es una suerte haber pasado por esa dirección de internet en mi búsqueda particular.
Me gusta leer cosas importantes aunque me duelan, cosas que me recuerden quien es el hombre en la tierra. Me gusta no perder ese norte, el único norte en realidad. Porque a veces uno tomaría el camino del sur cuando las cosa se ponen feas, e iría a refugiarse al calor de los colores y la alegría, desearía supongo que no existiese un norte inhóspito y frío. Pero el blanco existe porque hay un negro, ¿se imaginan escribir en negro sobre fondo negro? si le hemos puesto una palabra al dolor es también porque existe otra para el placer. En este cosmos infinito todo necesita de su contrario, al menos para ser comprendido, supongo.
Me alegra mucho haber leído la carta de Emily a quien desde aquí le envío mis condolencias virtuales por si fuera verdad que la energía viaja a través del pensamiento y es por eso que la traigo al blog.


Que Emily diga de su hija :“Taylor 'was my shining light, my baby, my confidante and best friend,”' no sorprende pero por supuesto emociona. Mitchell agradece en el inicio de su carta, como buena Canadiense, la cooperación de todas las personas que hicieron lo posible por salvar a Taylor aquel día y el apoyo de todas aquellas que le han enviado sus condolencias. Esto es lo que distingue a las personas grandes de las diminutas. Recuerdo a Tagore al leerlo y me parece que a Emily sus lágrimas no le impiden ver las estrellas.
Al tratarse de un suceso que ahora llamaríamos “mediático” Emily se ve en la necesidad supongo de aclarar algunos aspectos de las circunstancias que han rodeado la muerte de su hija y hace saber a quien quiera entenderlo que su hija : “was a seasoned naturalist and well versed in wilderness camping. She loved the woods and had a deep affinity for their beauty and serenity”. Y después añade con una sencillez y resignación admirable: “Tragically it was her time to be taken from us so soon”.
Tal vez Emily sea una persona religiosa o tal vez no, pero es desde luego de una gran categoría emocional y personal.
En esta especie de estado de sitio que vivimos donde se nos quiere hacer creer que el fin único del estado no es prevenir bajo sanción por recaudar, sino el evitar que nosotros pequeños analfabetos muramos atropellados, escachados, ahogados o despeñados, resulta llamativo que haya ciudadanos que en algún lugar del mundo sean coherentes y un estado que no le pase una factura por imprudente.
Y es que la vida es muy complicada y frágil. Cualquier intento de bonhomía por parte de nuestras leyes está bien pero tiene sus consecuencias y a veces produce paradojas extrañas.
Por ejemplo, hemos recibido la buena noticia de que se ha disminuido el número de fallecidos en accidentes de tráfico. Nadie se atreve a decir que esto sea una mala noticia porque no lo es. Sin embargo esta buena noticia ha hecho disminuir considerablemente el número de órganos disponibles para trasplantar a personas que sin ellos morirán. Es complicada la vida ¿no? Si nos preguntan si queremos morir en un accidente decimos que no. Sea cual sea. Pero si mañana uno de nuestros órganos vitales falla o le falla a un ser querido, lo que deseamos es un trasplante (y para eso alguien tiene que morir). Que Dios no nos lo pone fácil, es cierto. Que a veces no es posible argumentarlo todo también. En nuestro país, se gesta una nueva ley para reducir el número de muertes entre los peatones, y que obligará a los conductores a circular por ciudad a la velocidad de una bicicleta que es más o menos 30 por hora cuando vamos de paseo, no sé si llega siquiera a ejercicio moderado. Pero recaudar está mejor que enseñar al peatón que por la calzada pasan los vehículos y que aunque haya un paso de cebra, como que mejor mirar primero y cruzar después, mejor que investigar porque y por quién suben las falsas denuncias por atropellos, y por supuesto es mejor y más fácil que ser coherente y responsable y acabar con los puntos señalados en las estadísticas como negros. Estamos llegando a un punto donde la voracidad de la recaudación empieza a ser ilimitada y cualquier excusa es buena y asumida por el dócil ciudadano.

Hay dos formas de ver la vida en este sentido, una la de quienes quieren matar a los coyotes tras una excepción trágica de la naturaleza y otra la visión de la madre de Taylor que dice en sus propias palabras:
“We take a calculated risk when spending time in nature's fold -- it's the wildlife's terrain. When the decision had been made to kill the pack of coyotes, I clearly heard Taylor's voice say, "please don't, this is their space". She wouldn't have wanted their demise, especially as a result of her own. She was passionate about animals, was an environmentalist, and was also planning to volunteer at the Toronto Wildlife Centre in the coming months”

Es decir, la de quien entiende que el hombre que no asume sus propios riesgos y respeta el orden natural de las cosas, está alejándose del sentido de la vida.
Para Emily la vida de su hija fue “short but full and vibrant life” y todos los esfuerzos y mensajes que recibe, le ayudan a mantener viva la memoria de su hija.
“There will be a service and visitation, as well as a concert to celebrate her life and music”
Está claro que Emily es una madre al lado de la vida. Una madre herida por la dentellada de la muerte cerca de su propio corazón. Pero con coraje. Con actitudes así se comprende mejor porque el mundo ha sobrevivido a tantas catástrofes y de dónde ha sacado la fuerza para no rendirse ante tantas adversidades como ocurren. A lo mejor no todo está perdido.
¿Cuántas horas despreciamos tratando de amar a nuestros hijos de forma equivocada? ¿Cuántas esperando de la vida aquello que no puede darnos? No es que seamos en realidad tan lerdos, supongo, sino que nos falla a veces ese valor que hace falta para seguir confiando en que sí podemos. Hacer de cada minuto de vida un minuto memorable (Rae: digno de memoria).
Por eso pienso que los minutos dedicados a leer y comprender a Emily han sido para mí memorables.
Descanse en paz Taylor y ojalá Emily sea capaz de salir de todos y cada uno de los pozos emocionales que le quedan por vivir.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Diferentes por iguales



Te digo que no, que no lo quiero,
un país ideal que me lo de todo hecho
y estrangule mis sueños de idiota al despertarme.
No, no me sueltes altivo tu discurso de pares
si no tiene que ver con diferencias.
Porque yo soy distinta, la rara, obstinada y cabezota,
porque soy similar a ti que no me escuchas
y al otro y a ti, y a ti, que con descaro me insinúas
ser igual a alguien que no es nadie
y es tal vez, todos los otros.

No, no quiero para mí esa tierra prometida,
sin nadie que me doble en talento y en cordura.
No querré nunca, ya te lo digo,
ese mundo perfecto que me ofreces
cuando utópica es la meta que persigues y
gastadas del aliento cobarde, tus palabras.
Porque el hombre será siempre un misterio,
en su estructura física y su mente,
con una vida única en la tierra
mientras buscan el cielo un paraíso,
una escapada, un poco de ese amor
que le prometen o un punto de locura descarada.

No yo no lo quiero, ¿Y tu?
un balcón soleado a la vera ideológica
sin tormentas gestadas entre las negras nubes,
un lugar tan correcto o corrupto que ignore y no comprenda,
que el hombre es bueno y malo a veces,
que vivir, es sentir tu dolor al descubrir,
que no hay fuerza mayor que la que nace de un beso,
un abrazo o de un apretón de manos.
Porque tu libertad, mi libertad, la libertad,
no se anuncia callando en tinta negra impresa
o en miradas cautivas de un gesto que no llega,
ni en las urnas escépticas conteniendo unas siglas,
sino que viene siempre de adentro para afuera,
de unos labios que hablan para que alguien escuche,
de esa mano que abre un puño que golpea
sin tiento, ni sentido el destino de un hombre.

Porque tu eres distinto, el raro, obstinado y cabezota,
porque eres similar a mi que no te escucho
y al otro y a aquel, y a ese, que con descaro insinúa
ser igual a alguien que no es nadie y es tal vez, todos los otros.
Te digo entonces que no, que no te quedes
con ningún verso dicho si no es tuyo,
si no sientes que escucho cuando hablas
y entiendo sin dudar lo que me dices.
Porque la diferencia es a menudo
un valor que suma y enriquece,
cuando yo te respeto tu me comprendes
cuando yo te comprendo tu me respetas,
y juntos caminamos sin pisarnos
en un presente distinto y hacia un futuro posible,
donde cada cual recoja con justicia
los frutos ya maduros de su esfuerzo,
de aquella apuesta sinceramente pronunciada
bajo el árbol frondoso de la vida, y por la libertad.

martes, 10 de noviembre de 2009

Monólogo de un extraño personaje

Creo recordar que en ese tiempo yo tenía 38 años, el pelo ralo, y una barriga prominente, pero también un pasado imperfecto y un futuro incierto.
Desde entonces y después de un buen número de lunas, me gusta pensar que fui yo quien saltó de aquel barco a la deriva, que nadie, ni siquiera aquel cabrón, me empujo ese día por la popa y me lanzó sin cavilación al profundo océano que me recogió. Recuerdo también, que mientras trataba de salir a flote y en un estado de inconmensurable desesperación llegaban a mi memoria las líneas de consuelo que hallé en alguna de mis últimas lecturas.

“Aquel océano de dolor y desencanto se mostraría sin embargo, en sus profundidades con más luces que sombras. Halos de esperanza en su corriente marítima, disfrazados de minuto próximo, que me permitirían pese al deseo contrario de algunos, salir de nuevo a flote en dirección a esa luz, que me mostraba una segunda oportunidad”.

En alta mar, lejos de mi gente y de lo que había sido mi vida de escribano, es como me encontraba ese veinticuatro de Diciembre. A solo 30 millas del puerto al que necesitaba llegar para amarrar mi vida de nuevo.
Sentado en la popa de aquella vieja nave pensé que me bastaría con dejarme mecer por el canto de cualquier sirena que pusiese delante de mí una buena copa con la que brindar aquella tarde aciaga.
Desconocía que aquél día, se mostraría sarcástico bajo la apariencia de una tormenta de leve marejada, y fue por eso y no por otra cosa que bajé tambaleándome las escaleras de ese viejo galeón por última vez, y sin despedirme de quienes lo gobernaban les dije así, adiós para siempre. Dibujé, inevitablemente y sin ser consciente de ello, una nueva ruta marítima, lejos de los arrecifes y los piratas de noches oscuras. Una ruta que partiría desde mi propio personaje y me llevaría hasta donde me encuentro ahora, navegando de nuevo perdido entre miles de documentos en internet. Pero, ¿Quién podía saberlo?...
Este podía haber sido supongo el testimonio resumen de la ruta que recorrí aquellos meses, y que no llegó a un año. Desconozco las razones de que únicamente se narre en la novela mi primera tragedia, pero ya anticipo y reconozco aun considerándome un hombre enérgico, que durante ese tiempo en que imagine mi salvación eterna pude sentirme fuerte y frágil, libre y prisionero de un pasado que se empeñaba en regresar y al que yo quería definitivamente superar. Vencer sin olvidar, ese era mi lema. Pues ella, la mujer que me esclavizó y me hizo desear la muerte, era con total convencimiento, demasiado para mí.
Solía pensar que el dolor, como la alegría, se forja en nuestra piel, como los aros del tiempo en el tronco de los árboles ancianos que entregan su vida para hacer barcos desde donde saltar gente como yo. Perdedores afligidos antes de haber empezado a luchar en una causa propia, hombres sin ancla que creen ahogar sus penas en alcohol para no ahogarse ellos en cualquier charco nimio de un remoto lugar del mundo.
Así fue como estas memorias fueron llegando al teclado del ordenador que las escribió y que en su clic clap serenó mi alma para hacer del sinsentido de la situación algo tal vez hermoso. Suena rara esa palabra en la boca de un hombre. Más cuando yo entonces, apenas sabía nada de la fragilidad de la belleza, pues de ella conocía solo su insustituible poder de seducción y no perdía demasiado tiempo en analizar lo que tenía que perder, si al fin y al cabo no me había sido dado nunca como algo permanente.
Un conjunto pues, de líneas inexpertas que mi creador se empeñó en agrupar de este modo para que basándose en mi arriesgada vida amorosa, pudieran dar forma a una supuesta novela. Pero ¿puede haber interés en una novela acerca de un hombre corriente y triste como yo, siempre metido en azarosos líos de faldas?
Esta, no nos engañemos, nació para narrar la historia de una vida sin estridencias, dibujada sobre el intenso azul del mar, que captó los momentos más íntimos de un viaje hacia ese futuro incierto y que ahora ya lo ves, es como ese viejo barco anclado en el puerto de un pasado.
Soy un personaje inventado y materializado con la pluma fiel de algún escritor idealista y enamoradizo, tal vez italiano, o portugués, puede que español y he saltado de la novela a la realidad sin saber porqué y ahora muy a mi pesar, voy sin rumbo claro buscando a mi creador.
Después de haber vivido todas esas historias fracasadas y sarcásticas que él inventó para mí, quiero convencerle de que me haga aparecer en la novela, de un modo mucho más interesante, mucho más inconsciente y primario, menos reflexivo. No porque él sea un mal escritor, que seguro que no lo es, sino porque yo resulto ser un personaje demasiado claro y previsible y de ese insignificante modo, me pierdo en el anonimato de mi propia historia, porque he observado que nadie, excepto tal vez tu, se detiene a aprender mi nombre, siendo como soy sin embargo el protagonista indiscutible de la historia más triste jamás contada.
Por eso quiero que el autor revise los bocetos que mandó dibujar, donde aparezco con un aspecto tan poco agraciado y que sobre todas las cosas, aleje de mí el aburrimiento de un personaje que parece creado para ser colocado entre las sombras de un cuadro costumbrista del siglo pasado, donde son los otros los que se comen la hogaza más esponjosa.
Porque yo, recuérdenlo, soy José Pérez García, licenciado de la vida. Soy de este siglo, y mi personaje bien merece ser tratado de un modo mucho más actual. Por eso y no por otra razón quiero que el autor me dote de la frialdad de los carceleros que he conocido y de la elocuencia de los mentirosos, que me haga subir a diligencias que nunca se detengan donde se supone y me permita golpear hasta sangrar, hijos de puta que como yo, coleccionan éxitos y mujeres que son de otros. Porque yo, José, no soy un perdedor y tampoco un escribano idiota.
Podría ser todo lo que imagino, te lo aseguro. Han hecho de mí un navegante insulso, sin rasmia pero si me dieran la oportunidad, podría ser mucho más que un polizón de barco que cuenta barriles de ron y con cuyo contenido aumenta su barriga para al cabo de unos pocos capítulos ser con una patada en el culo lanzado, al mar.
Sobre las razones que concurrieron para hacer de mí un personaje novelado no creo que llegue a comprenderlas nunca pues es lo que tienen los personajes de ficción, que no están hechos para la comprensión sobre sí mismos.
No pierdo sin embargo la esperanza de encontrar un día al hombre o mujer que me inventó haciéndome parecer tan real, que ahora yo mismo me hallo en tamaña confusión.
De ahí estas líneas apresuradas lanzadas en la red por si alguno de ustedes puede encontrar a mi escritor y llevarle este mensaje garabateado sobre un ennegrecido y sucio barril de ron solo unos instantes antes, de ser arrojado al mar por segunda vez, para desayuno y alegría esta vez, de los tiburones blancos.
Si se topan con él en alguna cantina, díganle que bien pude haber encontrado a la mujer de mi vida, y no por ello dejar de vivir aventuras que merezcan unas cuantas líneas de importancia en su relato, porque ya estoy un poco arto de que me persigan maridos o amantes engañados y tenga en consecuencia que embarcar una y otra vez en navíos que nunca sé donde amarrarán. Aunque reconozco que bien mereció la pena conocerlas a todas, y le doy las gracias por ello, debió permitirme estar a la altura de la más interesante de todas las mujeres, Doña Alicia de Ventura, por quien ahora me encuentro en esta situación. Ni vivo, ni muerto. He dicho.

José Perez García, licenciado ya para siempre de su vida.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Dia de difuntos. Dia de quienes amamos.

Acompaño a mi madre y a mi marido hasta el cementerio. Digo acompaño, porque en realidad son ellos los que tiran de mí y yo la que voluntariamente voy. El puente de tres días hace que haya en el campo santo casi más policía que visitantes. Pero nadie puede negar que estos días se cumpla con la tradición. Son muchas las tumbas que hoy tienen flores frescas recién puestas. Observo a mi madre limpiar el bronce (tiene que ser ella quien lo haga) y echar agua a las flores, para después abrir con sumo cuidado los capullos casi cerrados de alguna de la flores.
Me admira. La importancia que le da al ramo, ese que casi ningún año se lo preparan exactamente como pidió y eso desde luego, la enfada un poco. A mí casi no me importa porque pienso que tiene un lugar donde dirigir la frustración de las ausencias y su sentida tristeza, y eso seguramente le hace bien.
A Dios gracias mis padres hicieron lo que podemos llamara un “agrupamiento familiar” hace unos cuantos años y esto nos facilita ahora mucho las cosas. Debieron pensar que si nos dejaban en herencia todas esas tumbas diseminadas por el cementerio no seríamos capaces de rendir el culto que merecen y se animaron a comprar una parcelita como morada para nuestro final en la tierra. Y aquí estamos adecentando el lugar y rezando.
Le pido a mi madre que enumere a que familiares tenemos ahí y desde luego son unos cuantos. Creo recordar que cada año le hago la misma pregunta. Me gusta supongo que ese día en concreto la responda es una forma sencilla de recordarlos a todos sus seres queridos en voz alta.
Tengo un hermano que se acostumbro de niño a ir al cementerio con mi madre y ahora para él, este lugar no le impresiona más que cualquier otro lugar tranquilo de nuestra ciudad.
Yo también recuerdo haber acompañado varias veces a mi madre a la tumba de uno de mis hermanos que murió siendo un niño y antes de que yo naciera, sin embargo eso no hizo que yo le perdiese el miedo a ese lugar. Pero cuando murió mi padre hace unos años, el cementerio dejó de ser para mí un lugar tan inhóspito, si bien no podría explicar porqué.
Por eso en días como hoy me dejo llevar junto a nuestros fallecidos, sin demasiado problema. Y aunque es bien cierto que siento el mismo respeto o recogimiento que cualquier otro día del año, acompañar a mi madre en su tradición, hace que luego me sienta una persona un poquito mejor.
No necesito esta tradición para recordar a mi padre, lo hago cada día de mi vida desde que me levanto. Pero a veces las tradiciones, supongo que sí necesitan de nosotros. Por eso escribo de ello en el día de Todos los santos, víspera de Difuntos. Para enviar mi cariño a todas las personas que como mi madre no olvidan a quienes les amaron.
Y aceptando la petición de Lourdes, una amiga que hace solo unos días, me sugirió que algún día colgase en el blog las últimas palabras que le escribí a mi padre, traigo hoy la carta más breve y sincera que jamás he escrito y que fue leída un catorce de febrero de hace cinco años en la abarrotada iglesia donde celebramos su funeral.
La traigo hoy hasta aquí pues, como recuerdo a quienes quisimos en un día como hoy cuando se apagó su luz y nos quedó todo su amor.



Querido papá,
Nosotros seguimos siendo aquí, seres en busca de la respuesta más difícil, y tratamos torpemente de aceptar la muerte para comprender mejor la vida.
Duele sentir que tu viaje iniciado, te aleja en apariencia de nosotros, pero consuela saber que ahora, envuelto entre las luces más hermosas, brillarás para siempre junto al
Gran Creador. (Dios recibe a sus hijos con amor inconmensurable y esa otra vida que ahora estrenas es simplemente paz).

A partir de hoy, regresarán a nosotros recuerdos entrañables y seguirás dándonos más de ti, a través de quienes te conocieron y supieron apreciarte.
Nos has dejado tu vida escrita de la mejor forma posible, con texturas, con colores, con volúmenes...
Ese y no otro, era el auténtico lenguaje de tu alegría, y de tu tristeza, volviéndola materia, simplemente la compartías.
Eras un sensible hombre de carácter, generoso y sabio, que nos permitió aprender con su ejemplo muchas cosas importantes de la vida.

FORTALEZA y SENSIBILIDAD para vivir creando, FORTALEZA y SENSIBILIDAD para aceptar tu ausencia.

Hoy todos nosotros, tu familia y tus amigos, te damos las gracias por haber sido sencillamente Luis.

Con la voz de tus nietos me despido y con ella te digo: te quiero mucho papá, cuidaremos de mamá.






“Todo vacío queda en su silencio,
y en mi vida un Goliat se hace mas fuerte.
Nada ocupa tu espacio, don creativo,
porque es nada y es todo tras tu partida.
Acostumbro a mi piel a no sentirte,
mejilla con mejilla, besos al aire,
me los devuelves todos sin remitente.
Alas de mariposa sobre mi llanto,
colores nunca vistos en polvo etéreo
formando un arco iris, hasta tu cielo.
Hoy siento tu regreso sobre mis días,
a veces de levante, a veces cierzo,
viento arremolinado sobre mi pena.
Respiro puro el aire de este paraje
donde todo parece casi perfecto,
mientras le pido a Dios y a las estrellas
que acompañen mis noches y sus temores,
pues convicta es la letra que me recuerda
lo frágil de un segundo con el que muere
toda una vida entera con sus amores.
Todo queda vacío con tu silencio,
y en mi vida un Goliat se hace presente”

Yes, we can!

INGLÉS a la carta

Come and enjoy yourself!

Aprende vocabulario inglés de una forma entretenida.

Tarjetas interactivas que nos ayudan a avanzar.

"Me gustó la web quizlet, y enseguida me animé a preparar material para mi propio aprendizaje. Si quieres mejorar tu vocabulario y no tienes tiempo de preparar tu propio material, puede que este sitio te interese. Ve a "Sets" en Come and enjoy yourself!"

Gracias por visitar este blog ¡ Que tengas un buen día!."

"Gacela" (Lux)