lunes, 15 de marzo de 2010

El diccionario impertinente (V): MADRE



M A D R E
con M

(mamá)

1. f. Hembra que ha parido.

yo añadiría en esta ocasión: o ha criado educando a su hijo. Porque aquí el diccionario se olvida de muchas madres con M mayúscula que cuidaron a niños (hijos) que no parieron pero previamente albergaron en su corazón. Prescindo pues del témino "adoptivas" para el caso que nos ocupa pues todas las madres lo son.



¿Quién alguna vez no ha deseado ser la mejor madre del mundo y ha tenido que reconocer que lo mejor que puede desear es ser la mejor madre para con su hijo?. ¿Quién a veces no se ha sentido desbordada en algunos temas de la crianza y se ha culpado a sí mima o a los demás, según el tipo de mamá que una sea?.
Aquellas mujeres que han ejercido de madre o han tenido el privilegio de tener una buena madre en su educación, saben de su abnegación en algunos casos, de su enorme capacidad en otros ¡y del extraño cambio de rol que a veces, inevitablemente experimentamos!.
Aunque educar es francamente difícil, amar aun hijo en cambio, es para la gran mayoría muy sencillo, por eso las madres saben que éste es el recurso más fuerte con el cuentan y el único imprescindible que siempre les ayudará a salir de cualquier situación por complicada que ésta les resulte.


Pero el camino para convertirnos en la madre que elegimos ser, es largo, tortuoso, gratificante y supongo que dura toda la vida, así que siempre que nos sea posible, disfrutemos lo mejor posible de ese paseo con nuestros retoños.

¿Que tal si paseamos hoy por los incómodos circuitos de la autocrítica materna?


Tal vez pasito a pasito nos permitamos reconocer, puede que por lo vivido y tal vez lo observado en el amplio y complicado mundo de las madres que Madre solo hay una pero que a veces se diría que la habitan unas cuantas más...
A las madres se nos suele disculpar todo pero, ¿debería ser siempre así?


Lux y taquígrafos de una maternidad propia o ajena



La madre que por supuesto, ninguna de nosotras somos


*La madre arenas movedizas.
Es aquella que desde que su retoño es bien pequeño evita pronunciar la palabra no. Parece una madre templada por el mejor herrero, que sabe donde pisa, no grita nunca y habla con tanta dulzura que al cabo de los años su niño se torna diabético en sus relaciones y cualquier mensaje que no sea empalagoso le resulta una agresión. Acostumbrado a que mamá le siga siempre la corriente y verla sin embargo actuar como veleta en un tejado, el niño crece inseguro y con la desagradable sensación de no saber nunca donde pisa, así que suele desarrollar el duro deber de proteger a su dulce y abnegada mamá.
*La madre progre
Es la mamá que rara vez se agobia por los actos de sus retoños o sus consecuencias. Todo es relativo para ella. No tiene unos ideales claros pero tampoco los necesita. El niño crece con una libertad envidiable y cuando llega a la adolescencia no entiende la necesidad de manejarse en los límites que le protegen incluso de sí mismo. El monedero de mamá por ejemplo, no es un límite. La verdad cuando es molesta se sustituye por la mentira y así sucesivamente. Si en algún momento de iluminada reflexión la mamá siente una culpa incómoda, enseguida hace uso de esa libertad de pensamiento y encuentra otra madre a la que pasar su propia responsabilidad. El niño suele volverse manipulador porque ve la discrepancia que hay entre su propia casa y el mundo real que sí le exige un comportamiento ético y unos límites.
*La madre fétida
Es la más peligrosa, para sí misma los suyos y los que se crucen en su camino. Es la típica maricomplejines que si abre la boquita es siempre para echar pestes sobre los retoños ajenos. Todo lo que ejerza una mínima sombra sobre los suyos, es para ella motivo de feroz ataque. Su infancia ha estado generalmente plagada de situaciones fétidas y proyecta sobre sus hijos todos sus multiples complejos (la mayoría inconcientes), victimizándolos hasta el punto más enfermizo posible, para ello crea por ejemplo, falsas historias sobre “ataques” de otros niños sobre sus hijos, para sentirse útil y restaurar ficticiamente todo lo que sobre ella tuvo que aguantar de niña. Suelen elegir como compañero de vida a un Peter pan que las acompañan en sus delirios por eso cuando las observas tienes que sumar uno más, al número de hijos que tienen.
*La madre Gestapo
Es esa madre entregada y responsable que aún no ha puesto su hijo el primer pie en casa y ya lo está bombardeando con preguntas orientadas y demandando sutilmente detalles sobre el colegio y los compañeros. Como este acto educativo suele comenzar a edades muy tempranas el niño se siente obligado a agradar a mamá de este modo y pronto capta la idea de cuan interesada está su madre por las vidas ajenas, así que se vuelve quisquilloso sobre los demás y los somete siempre a un escrutinio microscópico. Al hacerlo así, encuentra en los demás no solo defectos sino cualidades superiores a suyas que le abruman. Tan acostumbrado está a ver la paja en el ojo ajeno que pronto olvida las suyas propias volviéndose engreído y envidioso, así que cuando regresa a casa, sus historias suelen estar aderezadas de imaginación y cierta malicia, eso sí infantil. La mamá que lleva años presumiendo que lo sabe “todo” de su retoño y de los demás, nunca se ha molestado en contrastar las versiones de su listo chiquillo y cuando llegan a la adolescencia sus niños suelen presentar problemas de identidad que obviamente la madre niega, porque está demasiado ocupada investigando en los tuentis de vidas ajenas. Tiene que saberlo "todo" sobre las compañías de sus hijos y si ha de inventar un crimen moral lo hace, no le es difícil poner sobre el escenario pistas falsas que los demás tomen como verdaderas. Suelen ser madres de sonrisa fácil que siempre dicen a los demás lo que quieren escuchar mientras en realidad, hacen de topos e infiltradas en los círculos de amistades de sus hijos. Se consideran la mejor madre de todas, así que si tienen que apuñalar por la espalda a alguien con bulos para dirigir a su perfecto hijo hacia compañías más adecuadas sin que este se entere de su manipulación, no suele temblarles el pulso.
*La madre Cum laudem
Es la madre de apariencia perfecta, muestra hijos perfectos que visten tres años por detrás de la edad y van siempre impecables. Vigilan la largura de la falda o el corte de pelo de sus niños y el de los demás, evitan que los hijos de menos edad se relaciones con otros niños de mas edad y eso suele incluir a primos, hijos de amigos o vecinos. Los resultados escolares los asumen como propios y siempre son excelentes. Su forma de educar es la única y la posible, así que lo saben todo sobre lo mal que lo hacen el resto de las madres. Suelen conseguir hijos que jamás les dirán la verdad para no romper esa imagen perfecta que les demanda mamá y cada cosa buena que oigan de sus compañeros de clase, lo vivirán como afrentas que les llevarán a convivir en numerosas ocasiones con los incómodos celos viendo en cada éxito ajeno una objetivo a destruir.
*La madre leona
Es la madre que nunca está presente física o psicológicamente, pero que cuando siente que su retoño es atacado, entra en escena con tal ímpetu que arremete contra quien considere de una manera desproporcionada. Como no está acostumbrada a medir el alcance o consecuencias de sus actos, estos repercuten silenciosamente en el día a día de sus hijos que cuando ven a su madre actuar así de intempestivamente quedan descolocados ante tamaña desproporción, así que estos niños suelen protegerse evitando pronunciar nada que suene a problema y acostumbrándose a resolver las cosas por su cuenta. Aparentan una madurez precoz.
*La madre top fashion
Es la madre que tiene que estar a la última en todo y compite con sus propios hijos, suele ser cariñosa pero distante. Rara vez se baja de los tacones o del pedestal en el que ella misma haya decidido colocarse y cuando lo hace es para hacerse la pedicura. No lleva muy bien el paso del tiempo así que hace lo posible para sus niños alarguen la infancia todo lo posible y no dejen las muñecas hasta bien tarde. No suelen ser madres excesivamente entregadas a la causa, así que el retoño suele tener un cruce de cables entre como debe sentirse y como se siente naturalmente. Suelen convertirse en niños excesivamente responsables y preocupados que no entienden cual es su lugar junto a la madre.
*La madre niña
Es aquella que todo lo que tiene que ver con sus hijos le afecta hasta un punto enfermizo, solo dan por buena su propia referencia y eso le crea angustia al percibir que puede haber una diferencia importante entre lo que hace y lo que debería hacer. Tiene que seguir siempre lo que ella escuchó a papá y mamá e introducir un giro en la educación de sus hijos le produce malestar, por eso no encaja bien con otro estilo de madres actualizadas, a las que considera irresponsables y por tanto una amenaza. Sus niños suelen recordar a aquellos con los que jugamos en nuestra propia infancia y suelen tener un punto infantil que invita a protegerlos incluso cuando no lo necesitan.
*La madre vacía
Es la madre que considerándose una fracasada en algún aspecto de su vida, nada la llena y hace de la educación de sus hijos un todo imposible. Haga lo que haga nunca se siente satisfecha con los resultados y aunque trata de ocultar su insatisfacción siempre hay circunstancias que le llevan a menospreciar al hijo. No es capaz de centrarse en los buenos resultados de la vida en general, sino que cada supuesto defecto lo convierte en un motivo para justificar su insatisfacción.
*La madre diva
Es aquella madre que todo lo que suene a llanto infantil, manchas en la ropa o fracaso escolar no va con ella. El tiempo que tiene no lo pierde en tutorías ni en cumpleaños infantiles. Esta muy pagada de sí misma así que suele tratar a todos los que le rodean, incluidos sus hijos, con aires de superioridad. El niño suele mostrarse sumiso y responsable o bien, agitado y destructivo. De cualquier modo la madre tan ocupada consigo misma no suele apreciar las consecuencias de su abandono emocional.
*La madre mochila
Es la madre que apechuga con todo lo que sucede con su hijo o en su entorno. Si pasa algo malo, es para ella porque se siente la responsable, suele mostrar incapacidad total para hacer al hijo responsable de sus propios actos cuando es en realidad lo que corresponde, así que este comportamiento le lleva a menudo le lleva a sentirse como una fracasada y una víctima.
*La madre circense
Es la madre que igual sirve para un roto que para un descosido, cumple con todo y si no lo hace se siente culpable, así que una y otra vez piensa que debe estar presente y activa en todo lo concerniente a sus hijos. No suele encontrar un momento de paz para sí misma así que convive con el agobio “cualidad” esta que suele transmitir inevitablemente a los hijos.
*La madre ausente
Es aquella que acumula obligaciones externas por todos los lados y que le evitan abordar los problemas propios de la crianza, suele dar la sensación de que se come el mundo pero no llega a entender las consecuencias de que sus hijos sean atendidos siempre por personas de su total confianza. Los niños son unos supervivientes de su propia desatención afectiva.
*La madre colega
Es la que suplanta el papel de amiga para su hija y todas las amigas que tiene su hija le parecen falsas y llenas de defectos, hace lo posible para actualizarse y ejercer sobre su hija una autoridad disimulada.
*La madre bipolar
Es la madre que dentro del hogar tiene un comportamiento con los hijos o con su marido y fuera inventa otro que interpreta a la perfección. Suele tener una doble vida que pocos conocen o intuyen, pero en general se cree su papel y lo hace creer a su entorno más próximo.
*La madre cazafantasmas
Vive anclada en los miedos del pasado y todos los que se ha ido inventado a lo largo de la vida, así que suele presentar ante los hijos una actitud extraña cuando empiezan a emprender el vuelo. Como suele tener asociados ciertos rasgos de control e híper vigilancia le gustar propagar historias que trasmitan temor y haga parecer que las otras madres son unas imprudentes. Eso le permite a ella alargar el vuelo de sus retoños hasta que cuando este se incia inevitablemete se estrellen. (Tal y como ella preconizaba)
*La madre sargento
Es la que tiene que tener una tropa a la que gobernar alrededor de ella. Su falsa felicidad depende ello y para nutrir a su tropa por ejemplo, hace acopio de Tuppers con comida recién hecha que lleva al parking del colegio de sus hijos. Suele pensar que las comidas escolares son basura y solo es comestible aquello que ha sido cocinado con sus propias manos. Primero suele cebar a los niños y luego buscar un especialista que le diga lo obvio. Suele criar niños muy bien educados en su propia casa y escandalosamente bándalos con lo ajeno. Como propaga ideas de pelotón, funciona como tal y suele crear situaciones un tanto endogámicas a la hora de moverse por el mundo. Lo que más teme es el abandono y la soledad, así que cualquier comportamiento que de alas o la ponga a ella en evidencia será sometido a un juicio sumarísimo y no dudará en condenar al reo causante del mal en su familia.
*La madre histérica
Es aquella que cuando deja de ver a su retoño unos segundos en unos grandes almacenes, reacciona gritando y culpando a la cajera de lenta. No sabe vivir las cosas de otra manera que no sea exagerando.
*La madre parabellum
Es aquella que va siempre con la escopeta cargada, que cuando menos te lo esperas, generalmente ante otras madres, suelta lo que se le ocurre sin importarle a quién deja en evidencia. Actúan siempre sobre un objetivo desarmado y le gusta manifestar ante testigos que lo que hacen es defenderse de un ataque, que por supuesto nadie, excepto ella han visto. En el fondo son del género cobarde así que cuando les devuelves su bala se acongojan.
*La madre bombero
Es la que haga falta o no, saca la manguera ante cualquier conato de incendio “por si acaso”, cuando percibe su sobreactuación desaparece sin retractarse, hasta la próxima paranoia.
*La madre alacrán
Es la madre ideal que maneja a sus vástagos a la perfección, los cubre de elogios y regalos pero que cuando las cosas no salen como quiere, les recuerda lo desastres, inútiles, vagos, irresponsables y torpes que son.
*La madre castrati
Es aquella que lleva fatal que sus niños crezcan y además se les note. Cualquier signo adolescente de cambio les parece una agresión y suelen tener adjetivos calificativos para los niños que no controlan un impulso y una lista extensísima de adjetivos descalificativos para las niñas adolescentes que no van con la cara lavada, el pelo en una coleta y la falda por la espinilla. Todas son… lo que son, excepto sus propios hijos que son seres angelicales, asexuados e incorruptos.
*La madre espejo
Es aquella que cuando mira a su hija o su hija la mira a ella se sienten idénticas. Llevan bien lo que les parece bueno pero cuando una es el reflejo de los defectos de la otra, esto les produce un sentimiento agridulce que no siempre saben resolver por lo que confunden a la hija que rara vez llega a saber quién es.




La madre que a muchas supongo, sí nos gustaría ser:



*La madre balanza
Es aquella madre que en paz espiritual consigo misma y reconciliada con sus defectos, se comporta amorosamente en cada uno de sus actos, adecuando sus conocimientos y sus técnicas educativas, a las necesidades personales de cada hijo y persiguiendo con ello el legítimo objetivo de conseguir que en el futuro se conviertan en adultos felices y maduros, responsables de sus propios actos y conscientes de todas las capacidades personales que poseen para encontrar su lugar en el mundo, permitiéndoles en el camino, cometer sus propios errores cotidianos.
Es ese tipo de madre cuyo premio maternal más importante, es sentir a sus hijos siempre cerca de su corazón aunque disten de ella kilómetros en algunos aspectos de la vida o vivan conforme a las creencias que ella les transmitió y las que voluntariamente aprendieron de la comunidad en la que les tocó vivir.
Una madre balanza es la que procura que si ésta, se ha de inclinar hacia algún lado, sea para que con ello su hijo pueda volar más alto y regresar cuando lo desee, porque si algo sabe es, que pase lo que pase, siempre estará conectada con sus hijos por un vínculo fuerte en indestructible que fue construido durante todas y cada una de las horas a veces dolorosas, otras difíciles pero también alegres que compartió con ellos durante su infancia y la tortuosa adolescencia.
Es en definitiva una madre balanza es una persona equilibrada en su perpectiva y capaz, preparada para dar y recibir amor y conocimientos, y que no teme detenerse a hacer un balance de vez en cuando porque le ayuda a mejorar y a preparar el resto del camino... Una madre así es aquella que admite sus incapacidades sin que estas pesen más que sus capacidades. Dispuesta supongo a sufrir y a ser feliz.

Pocos retos hay mas elevados y más complicados que educar, por eso es tan necesario que nuestra sociedad recupere ese papel en la parte que sí le corresponde. Educamos para hacer seres sociables capaces de vivir en armonía los unos con los otros, luego todas las personas que componen una sociedad deben reconocer su papel educador sobre el aprendiz.
En este sentido y por desgracia, las cosas han cambiado mucho, pero también es verdad que cada generación ha tenido su propio reto y nunca le fue fácil a ninguna. El nuestro, el de la sociedad actual, es que en general, recupere el compromiso educativo que le corresponde y sea capaz de ofrecer un mundo con valores mejores y más sólidos, menos virtuales y mas humanos.
Confío en que al menos mi generación que se haya ahora educando hijos, sí sea capaz de restaurar este desconcierto e implicarse, para que nuestros niños y adolescentes puedan de nuevo encontrar, referencias externas cuando van creciendo fuera de la familia. Heroes cotidianos, sencillos, que los guien por los mejores caminos posibles. Mientras se produce ese moviento silencioso social, cada madre y cada padre seguirá seguro, haciendo lo posible por educar responsablemente, pero no deberíamos estar solos en este comentido, pues bien merece la pena una sociedad mejor.
¿Acaso no son estos niños que estamos criando los que luego tendrán que pagar nuestra pensiones? Seamos adultos responsables para poder exigir esa responsabilidad y apoyemos cualquier acción que mejore una coeducación honesta en favor de nuestros niños. Restauremos todos los desperfectos que podamos y ofrezcamos ya nuevos horizontes. Porque los de ahora no estan claros y confunden a menudo a muchos de nuestros jóvenes, ¿Como puede explicarse sino lo que está ocurriendo?
*PD: Si he conseguido que sonrías me alegro, si has fruncido el ceño...no me alegro. Un abrazo a todas esas madres imperfectas que pueblan el mundo y que son conscientes de cuanto aman a sus hijos, razón por la cual comprenden todo aquello que escapa a su capacidad o buena voluntad.
Vaya este especial abrazo a aquellas madres que sobrevivieron a sus hijos y viven ahora con ese lacerante dolor, amaron a sus hijos y eso nada puede destruirlo .

El diccionario impertinente (IV): La belleza

La belleza que el mundo necesita

“Quitad de los corazones el amor por lo bello, y habréis quitado todo el encanto a la vida”
Rousseau
(1712-1778) Filósofo francés




B E L L E Z A.
Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas.
Mujer notable por su hermosura


~ artística.1. f.
La que se produce de modo cabal y conforme a los principios estéticos, por imitación de la naturaleza o por intuición del espíritu.




Si Platón, Pitágoras, Dostoievski, Goethe, de la Fontaine, Aristóteles, Bacon, Ortega y Gasset, Borges, Russeau, por citar algunos filósofos, escritores o poetas, hablaron de ella del modo en el que lo hicieron, no debe ser entonces la belleza una cosa banal.
La belleza, tal y como yo lo veo, es necesaria para la supervivencia de cualquier civilización y si además proporciona una disposición amorosa hacia el poseedor lo que me pregunto entonces es, por qué algunos hombres y mujeres solo se sienten bien cuando la destruyen. Y aunque no lo sé a ciencia cierta, pienso que tal vez sea, porque se necesita un órgano (el corazón) a poder ser no dañado y la mayoría de los cinco sentidos, para poder apreciarla.
Muchos de esos hombres que la desprecian nunca la han conocido y por tanto, no la puedan echar de menos, puede que en cambio haya otros hombres y mujeres que aunque sí se toparon con ella en múltiples ocasiones no entendieron que la belleza no puede poseerse y que ésta, está muy por encima de las mejores palabras que intenten definirla.
La belleza, como lo grotesco, nunca o casi nunca, deja indiferente a nadie, o se ama o se odia, o te atrae o te repele.
Por eso supongo, cada uno de nosotros tiene inexactas palabras propias para definirla y posee su particular opinión sobre cuán necesaria o prescindible es en su vida. Es por ello que por muy objetivo que se ponga el diccionario, la belleza es sobre todo la causa, a menudo involuntaria de una dulce y embriagadora emoción que hay también que saber manejar con respeto y destreza. Un mundo que ahuyenta los elementos que provocan estas emociones del alma por que las teme o porque se siente falsamente poderoso cuando pervierte su sentido o su significado, es un lugar donde lo único que cabe es sobrevivir. Y el hombre, (te sonará si has seguido alguno de mis otros post) no debería nunca conformarse con sobrevivir pudiendo vivir.
La vida más sencilla puede ser sin lugar a dudas hermosamente vivida. El hombre debería entonces comprometerse con lo bello sin miedo y crear todas las situaciones posibles para que la belleza se pueda manifestar con toda su naturalidad. Si eso llegase a ocurrir de ese modo natural según la propia naturaleza del poseedor, si decidiésemos estar del lado de lo bello probablemente el hombre consiguiese una escala evolutiva importante.
Imagina por un momento una ciudad cualquiera con ausencia total de los elementos que la embellecen o un ser humano sin un ápice en su ser o sus ademanes que nos la recuerde. ¿No está ese lugar más cerca de la muerte que de la vida o esa persona más próxima a la desafección o a la incómoda sensación de vacío perpetuo?
Cuando pienso en “la belleza” encuetro lo que subjetivamente significa para mí y eso a menudo me reconforta porque lo que asocio a la belleza humana es, sin lugar a dudas “el estado sereno del alma” La belleza en su pureza es atemporal y sobrevive a cualquier moda, suplantación o crítica atemperada.
Se puede ser perfectamente portador de algún elemento de lo bello, se puede ser incluso su humilde creador en ocasiones, pero también se puede actuar como su guardián o ser su portavoz con una vida ejemplar. La belleza no está solo en los rostros proporcionados de algunas personas afortunadas o en la grandiosidad de un paisaje salvaje que contrasta hábilmente sus elementos naturales, no tiene en absoluto porque ir abanderada por el lujo o la engañosa perfección, porque como los átomos, ésta puede ser pequeña en su manifestación o enorme cuando se juntan varias de sus mejores cualidades.
Si uno la busca con actitud de querer encontrarla, existen muchos lugares donde puede ser hallada, pero como he dicho previamente, sí creo que son necesarias poseer de antemano ciertas capacidades para poder verla, sin sentirse amenazado. Si eres del club de los escépticos prueba a buscarla en las cosas cotidianas que por serlo apenas merecieron tu atención, fíjate por ejemplo en la cálida luz de un atardecer en primavera, en el blanco inmaculado de un copo de nieve que cae sobre la mano inocente de un niño, en movimiento suave de las alas de una mariposa, en el brillante color de un pez tropical, en la voz de una madre cuando tararea una nana, en las gotas de lluvia que resbalan por el frío cristal de tu casa, en la sonrisa amable de una persona enferma, en la mirada atenta de un profesor cansado, en la escucha silenciosa de un amigo, en un amor recién nacido, o en el sentido profundo de una oracion, si buscas por ahí no lejos de donde ya estás, es muy posible que encuentres más de la que esperas y que quedes por ello un tanto abrumado por su importancia.
Si la próxima vez que saborees tu comida preferida, piensas en el cariño que puso quien la hizo para ti, mejorarás sin duda su sabor, si te acostumbras a ser agradecido con quienes te aman desinteresadamente, no me cabe duda que darás con ella cada vez que veas de nuevo a esa persona.
La belleza es un bien necesario que debemos conservar sin titubear porque del mismo modo que un barrio descuidado tiene más posibilidades de atraer la delincuencia y la suciedad, que un barrio propiamente atendido en sus necesidades, así la ausencia de belleza en la vida tiene más posibilidad de atraer a todos su contrarios.
La belleza auténtica, suele ser proporcionada en sus manifestaciones y natural, se expresa en lo colores y los sonidos que más le favorecen y con las palabras que le son más adecuadas. No desprecia lo que no es tan bello como ella porque no es altiva y convive sin destruir lo diferente. Por eso a veces sentimos que una historia triste puede ser también muy bella, por eso alguien poco atractivo puede ser para nosotros una persona extremadamente agradable. No hay nada más bello que aquello que fue concebido para hacer mejorar la vida de los otros. Pero para entenderla uno debe primero sentir respeto hacia sí mismo y encontrar lo que hay de bello en su propia vida.
Me gusta la belleza, me parece interesante y profunda y me gusta buscarla en cada lugar a donde me llevan mis pasos, observarla y sentir después su efecto sereno sobre mis sentidos. La sana relación con las personas que quiero, la buena educación en la convivencia, el arte que humildemente nos recuerda las capacidades creativas del hombre, la majestuosa naturaleza cambiante que nos rodea, la magia de la música que escucho tan capaz de cambiar mi zarandeado humor, todo ello hace de mi vida un lugar mejor y mucho más bello en un día difícil. Así que en estos tiempos actuales donde hay algunas personas que solo la buscan para destruirla, quiero señalar su gran importancia y la necesidad de preservarla por considerarla algo imprescindible en la vida de un hombre.

domingo, 7 de marzo de 2010

Prohibido hacer fotos





Alguna de la información que nos llega últimamente de Gran Bretaña tiene un matiz más que curioso, o a mí me lo parece. Yo diría que hasta significativo, respecto del estado mental del mundo occidental en general. Y no es en absoluto que los ingleses sean más raros por cocinar con matequilla sino que por alguna razón la ola les llega un poquito antes que a nosotros.
¿Qué está pasando en nuestra realidad más cotidiana para que ésta nos devuelva tantos indicadores de que el mundo está tan enfermo de miedo que empieza a comportarse como un paranoico?.
Tal vez deberíamos preguntárselo a Sheila, porque razones para formarse una opinión no le deben faltar, supongo.
Sheila Campell es una abuelica octogenaria, una grandmother escocesa al uso, de pelo blanco y rasgos típicos de la zona; cara redonda, ojos claros, y aparentes buenas dosis de energía me atrevería a añadir. Cabe pensar así puesto que con la edad que tiene, a esta gentil señora le gusta ir con sus nietas a pasar sus buenos raticos a una de las piscinas locales de Edimburgo, tal y como hizo un día cualquira del pasado verano. Y ya sabemos que para cuidar a un niño hay que por lo menos poder echarse a correr…
Y digo yo que esa afición de esta escocesa a ir a la piscina municipal, aparenta un comportamiento cabal, propio de cualquier abuela que se precie en tiempos de calor. Pues veamos, como las apariencias engañan, ya que a esta buena señora no se le ha ocurrido otra cosa más caprichosa que “intentar” hacer fotos de sus preciosas nietas en dicha piscina pública.
Insensatos los ha habido siempre, porque ya se sabe que el desconocimiento de la ley no te exime de su cumplimiento.

¿De que va entonces esta buena señora?¿En que mundo vive?. Es lo que debió preguntarse el bien mandado vigilante de la piscina. (Que para uno que ejerce de lo que le contratan… va y la arma).
Sheila, que no ha resultado ser según lo publicado una señora demasiado puesta en los peligros del mundo y más en concreto, en los peligros de Internet y en consecuencia en la histeria que padecemos algunos padres, ha reaccionado justificándose educadamente, a la llamada de atención del vigilante de la piscina y por ende de protección a la infancia.
Como no podía ser de otra forma para una ciudadana ejemplar, cuando éste le ha espetado algo supongo parecido a “manos arriba, y tire usted la cámara de fotos a un lado” la señora se ha identificado bajo imagino un estado de semi shock, como abuela por parte de padre de las niñas, encuadradas en su visor. (Ni te cuento lo que pasaría si la pillan con dos agujas de ganchillo cerca de las pobres niñas)
Y es que por si no lo saben, en Escocia hay varios municipios que han prohibido taxativamente hacer fotografías a los infantes y adolescentes, en lugares como véase el caso, piscinas públicas y colegios.
Y no, no es broma. Se supone que es una medida preventiva para impedir la pede-(rastia). Considerarte culpable digo, de antemano y en nombre de una ley que el país de las faldas a cuadros se ha sacado de la manga de sus legisladores para salvarles de los malos considerándoles eso sí, maleantes potenciales sin preaviso.
Lo que está bien intencionada abuelica le dijo a su acusador ha sido trascrito en algo así como: “'No había otros niños cerca, y además sólo quería fotografiar a mis nietas. ¿Qué hay de malo en ello? Pero el empleado de la piscina insistió en que no podía hacerlo. Vivimos en un Estado niñera'’
Resulta que allí en ese trozo de tierra tan separado de Europa a veces y tan cerca otras, han creado lo que se llama la Confederación Nacional de Asociaciones de Padres y Maestros, para entre uno de sus loables fines pedir a los directores de los colegios que salvo autorización expresa de todos los padres de alumnos no se hagan fotografías de los actos escolares. Tal y como leen. (No se si por esas tierras tendrán que pagar también un canon como aquí al equivalente a la SGAE…que me temo que sí, pero lo que parece cierto que se empieza a poner más que chungo para los colegios continuar con actividades de toda la vida, como el teatro o la fiestas escolares)
Pero en mi opinión algo más inquietante que dejar a todas las generaciones actuales sin los recuerdos fotográficos de los mejores momentos de su niñez (con abuelitas escocesas o sin ellas) y que tanto han alegrado la memoria de otras que han vivido tiempo más maduros y responsables, es el hecho de que para noviembre del 2010, millones de personas que trabajan con niños, tendrán que pasar por algo que llaman “filtro” con el noble fin de evitar que los pede-(rastas) campen a su antojo entre sus escolares.
La encargada de este control en Inglaterra será la Independent Safeguarding Authority (ISA), que se creó parece ser a raíz del asesinato en 2002 de dos escolares de diez años por un empleado del colegio que frecuentaban. Y a día de hoy no estoy informada de cómo ejercerá exactamente ese control ni quién la controlará a ella de posibles abusos contra la intimidad de las personas y la presunción de inocencia.
Por eso me pregunto: ¿No está siendo todo esto un comportamiento un poquito desproporcionado? Si lo que pretendemos es llegar a ese imposible riesgo cero (al que a cualquier padre bien nacido nos gustaría), deberíamos evitar entonces traer niños al mundo.
Así directamente, porque siguiendo el moderno camino de la prevención por ley, estaría bien recordar que el tanto por ciento mas elevado de delitos sexuales se sitúa en los entornos familiares, la mayor parte de lastres emocionales que arrastramos los adultos se gestan en los entornos familiares, un buen número de conductas abusivas se dan también en entornos familiares y escolares.
Hace unos cuantos años, la sociedad ayudaba a educar a los niños, se implicaba honesta y activamente en cada comunidad. Ahora no. Y es que siguiendo esta ola de prudencia extrema hacia la infancia ¿quién se atreve a dirigirse a un niño con este panorama?. "Que lo eduque su padre", pensamos todos mientras luego nos quejamos del vandalismo y su falta de respeto cuando crecen.

En nombre de esa sobreprotección desproporcionada hacia la infancia pronto dejaremos de ver dulces rostros infantiles en pongamos por ejemplo, programas infantiles, publicidad, álbumes de amigos, orlas escolares etc.
La ley se tragará de un día para otro (y si no, al tiempo) los risueños rostros infantiles y será como si no existiesen, y tal vez con el paso del tiempo porque el hombre es desmemoriado, creamos que lo hicimos porque la infancia es algo horrendo que hay que ocultar.
Y todo por que un número limitado de mal nacidos y otro menor y mejor nacido eso sí, de representantes electos han decidido echarse un pulso. Un pulso que a mi modo de ver van ganando los pede-(rastas).
Pero lo triste y real es que después de obviar la imagen pública de los niños, seguirá siendo inevitable que los casos de pedo-(filia) y pede-(rastia) sigan existiendo porque la naturaleza continuará trayendo mamíferos sin alma de esta subespecie, incapaces de respetar la inocencia y la vida.
Aunque por otro lado, lo que sí habremos logrado es crear puestos vacuos de trabajo que deberán pagarán todos los contribuyentes, y que para justificar su existencia tendrán que seguir prohibiendo y señalando las miserias del mundo sin resolverlas adecuadamente.
Y puede que posteriormente a eso y en nombre de la seguridad de los niños, tal vez se prohíba dar un abrazo o un beso al saludar. Veremos en una caricia de consuelo algo perverso y denunciaremos sin mala conciencia al subversivo. Y entonces, ¿Nos sorprenderemos de que el mundo sea tan inhumano?
Y así de democráticamente, en este universo amedrentado que vamos formando todos los hombres y mujeres, dejaremos de ser (si es que un día lo fuimos) prudentes, maduros, precavidos, educados, espontáneos, arriesgados y hasta huérfanos, porque siempre habrá algún bien nacido a disposición de papá estado que decida velar por todos nosotros, los imprudentes, los temerarios, los apasionados que quieren responsabilizarse de sus actos, la gente corriente que vive sencillamente. Esa que es feliz fotografiando a los nietos y dándoles un achuchón para luego tomarse un té en el triste invierno de una fría isla y presumir con las amigas de lo guapos que son sus nietos o lo bien que nadan.
Y es que después de todo tengo que reconocer que parte de ese miedo tal vez se haya empezado a gestar en mí sin necesidad de leyes escocesas, porque últimamente desdibujo los rostros en las fotos que subo para este blog, no fotografío niños que no sean conocidos y evito la cámara en lugares demasiado concurridos como la playa o cumpleaños infantiles para evitar malentendidos.
Pienso en esos nuevos hombres de hoy en día que son cariñosos con los niños, que juegan con ellos sin hacer gala de esa antigua frialdad emocional y se ocupan de hacerles reír y también en los monitores de tiempo libre, en los profesores de colegio o los particulares, en los pediatras, en las cuidadoras que se contratan en los hogares, en los directores de canales y películas infantiles, en los cantantes de canciones infantiles, en los vigilantes de los patios de colegio, en los trabajadores de UNICEF…En definitiva en los millones de personas que hacen de la infancia un lugar mejor ¿no serán todos un poquito pederastas? Piénselo. Hay una diferencia enorme entre la función del estado al prevenir y castigar en consecuencia y de manera lógica y proporcionada, que es lo que la mayoría deseamos y esta forma tan extraña de proteger al niño.
El mismo niño que un día crecerá no olvidemos este detalle y se habrá de enfrentar a peligros estadísticamente mucho más probables.
Así es que no me extraña que haya personas como el escritor Pullman autor de “La brújula dorada” que hayan decidido no continuar su actividad eventual por las escuelas puesto que le obligan a figurar de antemano en un listado que pretende vigilar a los pederastas. 'Me niego a ser cómplice de cualquier sistema que dé por supuesta mi culpabilidad', afirma el escritor, que fue antes maestro.
Pero mientras hacen eso, crear leyes ineficaces, donde pagan más justos que pecadores no atienden tal vez signos que si deberían ser investigados, perseguidos y condenados severamente, aunque como madre prefiero pensar que sí, que sí persiguen al verdadero pede-(rasta)y que el sistema concentra su esfuerzo en detectarlos a tiempo porque ¿alguien sabe cuando, a que edad se “completa” esa clase de monstruo?.
Una vez escuché en televisión a uno de ellos que decía de sí mismo y de los otros como él, que un pede-(rasta) lo era hasta que moría, y que la pedo-(filia) era solo la antesala de la pede-(rastia)¿no es esto también lo que ocurre con los viola-(dores)? Solo escribir esas palabras me abruma, me asquea, si se pudiera entender este post sin ellas ni las utilizaría, así que las camuflo para no aparecer en búsquedas extrañas.
Claro que aquí, nuestro sistema español es más bien del género integrador y como confía en la reinserción del reo, pronto nos los devuelven al sistema, super integrados y reciclados, aunque eso sí igual de pede-(rastas) o viola-(dores) que cuando entraron. Tan reciclados en su comportamiento que al juez de turno, al instructor, al legislador, al psicólogo que tal vez le dió el alta y demás trabajadores de este sistema penitenciario, probablemente no les importaría nada tenerlo de monitores para sus hijos pequeños, después de cumplir una condena justa, eso sí.
Pero no nos engañemos, la verdadera responsabilidad empieza en el que legisla, no en el que aplica la ley y ahí me temo que nos hacemos todos un poquito responsables.
¿Se han imaginado alguna vez el trabajo tan desgraciado del policía que tiene que visualizar estas aberraciones? ¿ No me gustaría estar en su lugar.
Así que puestos a cambiar las cosas a mejor, empezar castigando ejemplarmente a los verdaderos delincuentes y haciendo que la justicia funcione mejor, sería una tarea mucho más noble y realista, digo yo…
Claro que tal vez esto me pilla ya un poco mayor y es por lo que no entiendo en absoluto este sistema que se pretende crear, sin imágenes de risas infantiles que me recuerden que un día yo también fui inocente, tan inocente que pensé que todo el mundo era bueno y merecía una oportunidad.
Ahora en cambio ya superada hace muchos años la infancia y criando, lo que creo es que algunos de ellos no merecen esa segunda oportunidad.
¿Qué será entonces de estas generaciones educadas en el miedo hacia el ser humano casi como principio para su propia salvación? ¿Cómo juzgarán a sus iguales el día de mañana? ¿A quién perseguirán? O más bien ¿a quién no perseguirán? ¿En función de que moral legislarán? ¿Llegarán nuestros hijos a esconder a nuestros nietos para que el vecino no sepa que viven en casa, por si acaso?...Se verá.
¡Que complicado es todo! ¿no? Y todo porque este verano leí la noticia de una abuela escocesa quería hacer una fotico a sus nietas en una piscina pública y quiese saber quién era.
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*Ese mismo verano y miestras escribía este post dos noticias publicadas durante llaman mi atención:
Una joven profesora de música es detenida en el Reino Unido por tener relaciones con otra menor de trece años.
En España un hombre es increpado por hacer fotos de menores en una playa mientras sus padres los duchaban sin el bañador. El sujeto en cuestión se tragó literalmente la tarjeta de memoria del móvil cuando iba a ser interrogado por la policía)
Así que sí, realmente es muy muy fácil sentir un poquito de miedo y verse desbordado.

Yes, we can!

INGLÉS a la carta

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