viernes, 30 de octubre de 2009

Teatro: Corre niña corre.



Teatro breve y muy fácil para la noche de Halloween.

Para niños de once o doce años.



Un grupo de amigas se reúnen para pasar la noche de Halloween en el jardín de la casa de una de ellas.


Niña1: Segura de sí misma, arriesgada. Viste deportiva
Niña2: Amable, miedosa, simpática. Viste infantil
Niña3: Extrovertida, presumida. Viste moderna.
Niña4: Espontánea.

Se necesita: Tienda de campaña, radio, linterna, calabazas, velas, ordenador, móvil, bicicleta, disfraces, patinete, bote de colonia.


Se abre el telón y aparecen tres niñas en el jardín de una casa.

Niña uno: ¿Alguien sabe si va a venir Jana? (Bajando de su patinete después de dar unas vueltas).

Niña dos: Creo que no podía venir hasta las ocho. (Mirando el reloj de su móvil)

Niña tres: ¿Por qué no le envías un mensaje?

N2: No tengo mucha batería y además no me queda saldo, mejor esperamos a las ocho.

N3: Jana dijo que vendría en bicicleta, tal vez se haya caído. Creo que sus padres no sabían que venía. Mejor llamamos.

N2: ¡Claro que sus padres lo sabían! ¿Quieres esperar un poco? Es pronto. Jana está bien.

N3: Vale, vale…

N1: Bueno pues si vamos a pasar la noche de Hallowing en el jardín hay que empezar a montar la tienda

N2: ¿Alguien sabe para que sirven estos palos?

N3: ¿Para sujetar la tienda?

N2: Ya, quiero decir que cómo se colocan…

N1: Pues…¿No es tuya la tienda?

N2 (molesta): Ya, pero eso no quiere decir que sepa como montarla.

N3: ¿Y si esperamos a Jana? Ella seguro que sabe cómo se monta.

N1: Chicas, chicas será mejor que nos organicemos. A ver N2 pásame la tienda

N2: Toma, puede que no sea tan difícil.

N3: ¿Y si no la colocamos bien y se nos cae por la noche? ¡Podríamos asfixiarnos!

N1: (Mirándola raro) ¡ya te vale! ¿Cuántas neuronas crees que hacen falta para montar la tienda de campaña?

N3: (irónica) ¿Todas las que tienes tu? (haciendo el gesto de 1 con el dedo)

N2: Eh, chicas ¡dejadlo ya!


(N2 sube el volumen de la radio y se pone a cantar) N1 y N3 la siguen y juntas hacen un baile breve. Cuando acaba la canción. Siguen con la tienda.

N2:A este paso, podemos tardar horas en acabar, ¡empecemos de una vez!

N1: A ver, aquí están estos palos que tenemos supongo que juntar ¿Alguien ha traído celo por si acaso?

N2 y N3: (gritando) Noooo

N1: Es brooooma niñas, venga vamos… (las 3 niñas se ponen manos a la obra)

Se cierra el telón y cuando se abre de nuevo, aparece la tienda ya montada pero algo inclinada.


N1: ¿Qué os dije? Lo hemos hecho genial y nos han sobrado neuronas. Aunque también este palo.
(Chocan las manos para celebrarlo)

N2: ¡Me pido el fondo de la tienda! (se mete al fondo y se tumba)

N3: ¿Tienes miedo? (asomando la cabeza por la tienda)

N2: Bueno…es noche de Halloween. (las dos amigas salen de la tienda)

N3: ¿Y que piensas que va a pasar? ¿Qué las calabazas nos van a devorar???? (Acompaña el gesto con una calabaza)

N2: ¡Que graciosilla eres! ¡Menos mal que te tenemos a ti para ponerte en la entrada! Quiero decir…tu cabeza ¿Por qué es desmontable, no?
¿A que es buena idea? (N2 y N3 se hace gestos y acaban con una risa nerviosa)

N1: Lo haremos por sorteo. Nada de discutir. ¿Qué hora es?

N2: (Mirando el reloj) Las 8. ¿No debería estar Jana ya?

N3: A lo mejor no le dejan venir o está muerta… de mieeedooo…( Lo dice haciendo aspavientos hacia N2)

N1: Tiene razón, será mejor que la llamemos. (N2 le da el teléfono con gesto de fastidio).

N1: No lo coge.

N3: Pues habrá que empezar sin ella es muy tarde

N2: ¿Por qué tienes tanta prisa?

N3: Por que…¿he venido a divertirme?

N1: Bueno venga hemos de empezar a disfrazarnos o se nos hará tarde.

(Las niñas ponen música de nuevo y comienzan a disfrazarse, mientras cantan).

Se cierra el telón y cuándo se abre de nuevo aparecen las niñas medio disfrazadas

N2: ¿Habéis oído eso?

N3 y N1: ¿El qué?

N2 : Pues… eso, ese ruido

N1: Habrá sido el gato de la vecina

N3(Asustada) Pues no me gustan los gatos, dan mala suerte.

N1: Olvídate del pobre gato son almas en pena y necesarios en una noche de Hallowing
Por cierto N3 ¿Has traído el ordenador? A lo mejor Jana nos ha dejado un mensaje en el buzón de correo.

N2: (sigue vistiéndose mientras n3 enciende el ordenador)

N1: Nada, ¿Pero dónde se ha metido esa niña?

N3: Mientras viene ¿podemos ver la peli?

N1 y N2: Sí será lo mejor

N2: ¿estáis seguras de que no es de mucho miedo?

Las niñas sentadas dentro de la tienda en el suelo se ponen a ver la peli en el ordenador.
Se escucha la película de fondo y se ven las siluetas de las niñas dentro de tienda

N1,N2 y N3: (Gritan, y se lanzan exclamaciones de terror).

N2: (Levantándose) ¡Párala! No, no quiero ver más, me c.. de miedo.

N1: Vale, Vale salgamos fuera a ver si ha venido Jana.

Las niñas salen fuera de la tienda la bici de Jana está aparcada detrás de la tienda.

N2
¡Chicas Jana ha llegado está su bici aquí!

N1 N3: (Gritan mientras miran hacia todos los lados) ¿Jana? Contesta

N1: Vamos Jana, no tiene Gracia ¿Dónde estás? ¡Contesta!

N2: ¿Jana? No es divertido contesta…

N3: Vamos tía me estoy poniendo de los nervios..Jana ¿Quieres contestar?

N2: (Empezando a lloriquear) Ves, ¡seguro que le ha pasado algo…!

N1: Llámala de nuevo al móvil le dice a N1

(El móvil de Janna comienza a sonar Las chicas gritan).

N3: Jolín, Jolín, Jolín.

N2: Jana ¿Estas ahí?

N1: Vamos Jana no tiene gracias. Estamos preocupadas. Contesta

N3: (Cogiéndolo del suelo cerca de la bicicleta) ¡Aquí está su móvil!

N2: Definitivamente le ha pasado algo. Os lo dije. ¿Por qué no vamos a pedir ayuda?

Lan niñas corren a la puerta de salida del jardín de la casa.

N2: No se puede abrir. Os dije que tuvieseis cuidado con la cerradura.

N1: Déjame a mí. Nada.

N3: Pide ayuda con el móvil

N2: Mierda se acaba de quedar sin batería, ¡os dije que se estaba quedando sin batería!

N1: Pues llama con el de Jana. Dámelo.- Mierda está bloqueado. Se está haciendo de noche.

N2: ¿Y si la han secuestrado? ¿Y si esta muerta? ¡Dios mío!

N1: ¿Queréis tranquilizaros de una vez? Vamos a ver …

N3: Chicas ¡Eh visto algo! Una sombra… Me estoy poniendo de los nervios
(Coge a una de las amigas y se pone detrás de ella)

N2: Pues cómete un hueso de santo, a ver si te tranquiliza

N1: ¿No sabéis estar sin pelear? Bueno, vamos a respirar y a tranquilizarnos.
(Pensativa) Está la bici y está su móvil
N3: Tengo frío ¿Por qué no entramos en la tienda?

N2: ¿Y que pasa con Jana?

N1: shss Silencio. Estoy viendo una luz al otro lado de la puerta. Shhh

N3: Madre mía, madre mía ¿y si es el secuestrador de Jana?

N1: He dicho ¡Silencio! Que parecéis niñas de biberón.
N3 ¿has traído colonia?



N3: Si claro, y el pintauñas ¿Para que narices la quieres? Toma pero recuerda que es bastante cara…
N1: N3 Cuando se abra la puerta quiero que te quedes quieta.

N2: ¿y si en ved de un secuestrador es un asesino?

N3: ¿quieres tranquilizarte N2? No va a pasar nada.

N1: Será mejor N3 que me ayudes tu. Ven ponte aquí y quédate quieta. Cuando tire de ti te agachas. ¿Lo has entendido?

N3: Perfectamente.(Cara de pánico)

La puerta se abre y aparece el espectro que se dirige hacia ellas. N1le pega un tirón a N2 y dispara la colonia en los ojos del espectro

Espectro: ágg aggg aggg (Tose sin poder hablar. Las niñas se echan encima).

N1: Sujetadlo. ¿Dónde está Jana? Que has hecho con ella

Espectro: ¿Qué estáis haciendo? ¿Estáis locas o que?

(Las niñas se quedan estupefactas y sorprendidas, sueltan al espectro).

(Comienzan a reírse en un ataque casi histérico)

Espectro JANA: ¿Estáis locas? ¿Qué os pasa? Casi me dejáis ciega. ¿Por qué no lleváis vuestros disfraces?

N2: Creo que este año ya hemos tenido bastante Halloween.

Las niñas disfrazadas, hacen un baile de despedida.

Se cierra el telón y cuando se abre, aparecen tumbadas dentro de la tienda


N1: ¿Estáis todas bien?

Todas: Si…

N1: Felices sueños

Todas: ¿felices sueños…?

JANA: Tenemos toda la noche por delante, pasemos ya a pedir caramelos ¿Quién tiene mi móvil?

Se oye una voz lejana: yOOOOO

Entonces suena un móvil y todas gritan…

Fuera de la tienda se ve un espectro que camina por delante de la entrada…

Se cierra el telón. Se escuchan los aplausos.

martes, 27 de octubre de 2009

Rebeca juega a la oca

Rebeca es lo que muchos calificarían de una tirada, una anti sistema emocional que vive con su anarquía en una imaginada república independiente con sus cuatro gatos negros. Y esto claro, no tiene nada que ver con lo que Rebeca dice ser. Según ella misma, Rebeca es una pringada pegada a un sistema emocional establecido y encadenada a los fines ajenos, un peón insignificante del sistema de control impuesto, alguien alienado por la voracidad de la estupidez que le rodea. Mientras que los demás cuando la ven entrar se predisponen para competir con ella, lo que ella siente como realidad, es que no forma parte de ese juego.
Pero lo que siempre sucede es que le dan un cubilete y le obligan a formar parte de un sistema en espiral, donde se practica un interminable juego de la oca.
Una y otra vez, desde hace mucho tiempo, la tirada, la anti sistema emocional, cree que de nuevo el azar que hace golpear al dado dentro de su cubilete la llevará sin dilación a la casilla 31 y tendrá que dejar por enésima vez abandonada su ficha roja en la profundidad del pozo con la única opción de esperar a que alguien pase por ahí para poder salir. Son las reglas del juego. A Rebeca no le importa ser la ficha roja una y otra vez, incluso es capaz de jurar esto sin que la voz le tiemble.
Aunque bien mirado, ese juramento es precisamente lo que no entiende Rebeca de su realidad. ¿Por qué de una puñetera vez no abandona el color rojo?. Los otros, sus contrincantes, a menudo lanzan el dado con el beneplácito de la fortuna y de oca en oca y tiro porque me toca, siempre la sobrepasan.
Rebeca tiene un punto de inocencia aun por descubrir y es el mismo que tan imprudentemente le hace pensar que el problema es del color rojo de su ficha. Lleva tanto tiempo teniendo que llenar las horas de silencios que a nadie le importan, que a su alrededor se ha extendido la idea de que la roja vive de puta madre. Ella, cada vez más anti sistema y menos lerda todavía no ha explotado. Sigue con la dichosa partida, cada día de su vida cuestionándose solo lo justo. Sin pensar demasiado en una estrategia, no vaya a ser “que le salga bien gane y en consecuencia otro que no sea ella salga mal herido”..
Hace unos minutos que Rebeca siente un extraño hormigueo en el estómago, como si fuese una señal de que algo importante está a punto de suceder y acto seguido, se le ha erizado el bello de los brazos y ahora lo que siente es mucho, mucho frío. Pero lo ignora, porque de nuevo alguien ha llegado al pozo y ella ya pude volver a lanzar los dados. Se olvida rápido de ese frío húmedo, del miedo, de la oscuridad del pozo, de su soledad y reza antes de lanzar los dados pidiendo aun Dios que no sabe si existe, caer en una oca. Ignora porque desea tanto caer en una oca si tampoco es que tenga prisa, pero eso es de lo que se alegran el resto de la fichas cuando caen en esas casillas , o en la de dados a dados y tiro porque son cuadrados.
A veces Rebeca sí escucha los gritos que le lanzan el resto de la fichas sin motivo, cuando es ella quien cae en una oca o en un dado y le parece extraño que se dirijan a ella así, con tanta rabia, pero no encuentra la forma de terminar con algo que cree no depende de ella.
Rebeca hace lo que puede pero es incapaz de evitar que los demás murmuren con la idea de que una tía como ella, con esa pinta de tirada llena de tatuajes y piercings, es en realidad lo que se ve. Ella se pregunta qué quieren decir con eso,"que es, lo que se ve" pero hasta el día de hoy sigue sin concederle demasiada importancia, aunque reconoce que le duele un poco. Rebeca solo a veces y engañando a su intelecto, se considera posible ganadora y en consecuencia son pocas las ocasiones en las que tiene un subidón de esos, que parecen impulsarte hasta la luna, por eso cuando lo tiene, ella lo aprovecha para soplar en los dados y conseguir su mejor jugada. Pero como es tan breve lo que le dura ese pensamiento positivo a menudo los dados no la obedecen y entonces llega lo que más teme. El laberinto la devuelve a la casilla 30 cerca del maldito pozo de sus temores. Para regodeo y escándalo del resto de las fichas que parece que se crecen con cada desgracia que le ocurre. Pero a veces puede ser peor, de hecho caer en la 52 (la cárcel) te convierte de repente en delincuente, culpable sin juicio previo y eso a Rebeca le produce un gran desasosiego, porque no sabe de qué se le acusa, desconoce de qué horrible delito se tiene que defender. Y la espera de seis turnos se hace la mayoría de las veces interminable. Pero si hay algo que empieza a comprender a base de golpes emocionales es que tarde o temprano saldrá de esa casilla maldita, así es que de vez encuando imagina que es ella la que llega la primera y puede por fín abandonar para siempre ese extraño juego del que no recuerda cuando comenzó.

Pero nuestra Rebeca siempre vestida para el luto del alma e incluyendo su pintura negra en los labios y uñas, se cree tan poco que pueda llegar a ser alguna vez la ganadora en la partida, con apenas dieciséis años que su última tirada siempre la condena a la casilla 56 donde a veces una calavera, a veces la estampa de la muerte, la devuelve de nuevo a la casilla 1.
¡Lleva ya tantas vidas empezadas pese a su juventud!, que se siente cansada, como una vieja enjuta que carga con la leña que previamente ha cortado y transita por un camino helado. “Vamos Rebeca”, le dice una voz que no siempre reconoce, “estás en tu última tirada elige el momento adecuado para lanzar los dados…Vamos, puedes hacerlo, hoy puede ser tu gran día”.
Rebeca agita el cubilete rojo con fuerza, con determinación, con tanta determinación que se le escapa de la mano y el cubilete, con el dado que lo contenía, sobrevuelan por encima del tablero con su enorme oca dibujada en el centro. Rebeca palidece, el cubilete cae al suelo y el dado, el dado cae sobre el tablero rueda apresuradamente sobre él y cuando Rebeca y el resto de la fichas ya daban la jugada por perdida se detiene en una esquina. A los gritos del momento le sigue un denso silencio.
Todos los juagadores están mirando el dado y los puntos negros que aparecen en su cara. Silencio. Nadie dice nada. Nadie lo celebra. Tampoco Rebeca.
“Soy libre” susurra. Está asustada, ella es una “pringada”, incluso acepta lo de una “tirada” que es lo que siempre le han dicho, esa es su identidad. "¿Cómo va a vivir ahora fuera de ese juego emocional?". Pero ya no hay marcha atrás, Rebeca lo sabe, "una vez que pisas la casilla ganadora ya nada puede volver ser igual".
Rebeca se aleja dejando su ficha roja sobre el tablero. Titubea, no sabe si despedirse del resto de la fichas o rogarles que la dejen jugar de nuevo. ¡Todo es para ella ahora y de repente tan distinto y extraño!. Sale de la habitación y camina lentamente por un largo pasillo con cientos de puertas de colores a cada lado. Es la primera vez que está en un lugar así y no sabe donde le lleva. Rebeca, avanza y se aleja cada vez más del salón de juegos, se siente rara, ignora dónde se dirige y desconoce quién es en realidad Rebeca, ¿cómo se presentará ante los demás sean los que sean cuando se los encuentre? Se siente otra persona con sus ropajes negros y su piercing, con su tatuaje de la oca junto al número 56 por alguna, razón empieza a sentir que quiere expresarse de otro modo, quitarse ese tatuaje.
A lo lejos se escucha una música y de vez en cuando se percibe un aroma a chocolate y menta, pero Rebeca no se detiene a descubrir de donde viene, decide seguir avanzando hacia la música. Nunca antes había escuchado nada más hermoso. Rebeca sigue alejándose ahora con el paso ligero y el porte de una gacela que a nadie pertenece. El destino sí tenía algo diferente para ella después de todo. Y entonces, ríe y lo hace a carcajadas. Alguien a su derecha abre entonces una puerta de color verde y le invita a entrar. Es una niña y ella diría que tiene más o menos su misma edad… No se parece a los otros jugadores. Rebeca decide entrar y cuando lo hace sus ojos se llenan de lágrimas por la emoción, no puede creer lo que está viendo.

jueves, 8 de octubre de 2009

LAVANDERA BLANCA * editorial



Lavandera Blanca*, es una editorial ubicada en Quintanar de la orden. Toledo. Un pueblo de 12.000 habitantes a unos 123 km de Madrid. De no ser por el encuentro casual con esta editorial, tal vez este lugar hubiese pasado a ser para mí, uno de los tantos pueblos que hermosean España y cuya existencia desconozco. No sé tampoco si habría incorporado en algún otro momento, “lavandera blanca” como especie de pájaro que vive en lugares húmedos y abunda en España durante el invierno, a mi muy mejorable vocabulario, o si simplemente se hubiese quedado en mi mente cómo uno de los muchos pájaros que sobrevuelan nuestros cielos y de los cuales apenas sé algo.
Pero ahora, cuando observo los pájaros volar cerca de mi jardín busco una lavandera, como señal de buena suerte.
De cómo contacte en su día con la editorial no tiene demasiada importancia pero de cómo ella respondió a ese contacto sí que la tiene, al menos para mí.
Lo hizo a través de uno de sus representes. Recuerdo perfectamente su llamada perdida registrada en mi móvil.
Angel Gomáriz respondía así sorpresiva y educadamente, a mi despistada intención de contacto con esa editorial. Su voz, descocida y cálida. Su actitud amable y generosa.
Deseo destacar esto porque entre tanto follón cotidiano y encuentros puntuales con la mala educación, el canto de una lavandera, se hace trino relajante. Significó para mí una demostración evidente de que sí quedan personas capaces de responder con su tiempo a una llamada desconocida, por educación o por elección, sin esperar nada a cambio. Pero de aquel encuentro por puro azar con la editorial, obtuve incluso más.
“La letra de plomo” y “Cuando las tormentas”, llegaron a mi casa sin esperarlos. Ahí es nada.
Resultó ser un regalo para los sentidos. Delicioso. Original. Interesante. Un acontecimiento generoso que me dejó un vínculo indeleble. De ahí mi deseo fuerte de que les vaya bien en ese valiente proyecto editorial y de que por tanto, vendan muchos libros para que no desaparezca su singular canto desde la red.

Primero fui conquistada por la “Letra de plomo”. Anónimo. Un libro exquisito, originalmente editado en cuadernillos individuales que desenvolví con sumo cuidado y curiosidad y que nos cuenta la historia, en primera persona de Fabio, un ignorante aprendiz que vive entre letras que no sabe interpretar, y que acaba siendo protagonista involuntario de las vicisitudes de su jefe con el Santo Oficio.
Un adolescente capaz de reflexionar del siguiente modo cuando el maestro Nicolás le enseña a componer su nombre en letras de plomo: “Pero un cambio discreto en la forma de las letras que componían mi nombre lo revestirían de duda”. Mostrando así todo el temor y toda la emoción de un hecho que hoy nos parece corriente. Escribir el propio nombre.

Unos años después la editorial me envía de nuevo y por sorpresa un segundo vínculo, viene de nuevo con una hoja en su pico que deja caer sobre mi casa, y que recojo veloz, de nuevo en actitud curiosa. Se trata de “Cuando las tormentas”. Cinco cuadernillos cosidos a mano donde se relatan cinco historias a vista de pájaro, de las que todavía estoy disfrutando.
En palabras de la editorial: “la abubilla, el camachuelo, la lavandera, el escribano y el alcotán relatan cinco historias sin otra relación que la presencia de las tormentas”.
Un libro éste con una presentación delicada, en un gris tormentoso o en un rojo atardecer, como los relatos que contiene y aroma como a tinta china. Me maravilla dejarme llevar en esos frágiles vuelos que realiza la autora sobre cada paisaje que describe tan magníficamente y llegar a perderme a veces en lo que dice.
Me infunde respeto la majestuosa forma de llegar a los sentidos con su particular forma de narrar “Carga la edad de lo vientos que recorren el valle” Refiriéndose al hombre de la cara rota. “El enjambre vuela en la misma dirección que los surcos de la tierra”, “Como las estrellas moribundas mi corazón estalla. La libertad me condujo bajo la torpeza”.
Su autora muere tal vez por un destino traidor prematuramente mientras vuela, en un accidente aéreo en Perú. Su nombre es Olyana Delgado, nacida en Oviedo. Sus textos pura poesía narrada. Un vuelo ahora eterno sobre un cielo infinito sin tormentas, recordado por la editorial Lavandera Blanca* que nos hace llegar así, la sensibilidad de esta autora y sus conocimientos, en una presentación pulcra, como si de un tesoro se tratase, como si deseasen envolver con todo el cariño la grandeza expresiva de su autora.

Lavandera blanca es también una editorial que te ofrece la oportunidad de añadir una página personal (ex libris) con el nombre de la persona a quién le quieras sorprender con uno de sus libros.
Se intuye que esta editorial cuida mucho lo que publica y cómo lo publica. Su objetivo es llegar al mayor número de sentidos. Y doy fe de que lo consigue.
Ahora bien, no son textos para una vida apresurada, ni una mente demasiado abotargada por el ruido del día a día, porque entonces no podemos alcanzar lo que nos dice y todas las emociones que provocan las perdemos. Son textos para leer y a veces releer varias veces, más despacio, para asegurarse (o al menos a mi me lo parece) que hemos apreciado la intención se su autor. Que nada se nos escapa en ese momento de comunión silenciosa con cada historia.
Sus libros son entonces para leerlos sosegando el alma y para regalarlos. También para presentárselos justamente, como es mi intención ahora, a esa persona que tiene una sensibilidad especial a prueba de modas o corrientes de actualidad, capaz de apreciar el arte en el fondo y en la forma.
Libros simplemente, para recordar. Eso es lo que pretenden las personas que trabajan en ese proyecto.

Su web le hace justicia, no dejen de visitarla si buscan arte y delicadeza, si llevan en mente regalar algo hermoso y original, o porque no, hacerse a sí mimos un buen regalo para su colección personal de libros exquisitos, en su próximo cumpleaños, en la próxima navidad, o simplemplente porque sí.

Yes, we can!

INGLÉS a la carta

Come and enjoy yourself!

Aprende vocabulario inglés de una forma entretenida.

Tarjetas interactivas que nos ayudan a avanzar.

"Me gustó la web quizlet, y enseguida me animé a preparar material para mi propio aprendizaje. Si quieres mejorar tu vocabulario y no tienes tiempo de preparar tu propio material, puede que este sitio te interese. Ve a "Sets" en Come and enjoy yourself!"

Gracias por visitar este blog ¡ Que tengas un buen día!."

"Gacela" (Lux)