martes, 27 de octubre de 2009

Rebeca juega a la oca

Rebeca es lo que muchos calificarían de una tirada, una anti sistema emocional que vive con su anarquía en una imaginada república independiente con sus cuatro gatos negros. Y esto claro, no tiene nada que ver con lo que Rebeca dice ser. Según ella misma, Rebeca es una pringada pegada a un sistema emocional establecido y encadenada a los fines ajenos, un peón insignificante del sistema de control impuesto, alguien alienado por la voracidad de la estupidez que le rodea. Mientras que los demás cuando la ven entrar se predisponen para competir con ella, lo que ella siente como realidad, es que no forma parte de ese juego.
Pero lo que siempre sucede es que le dan un cubilete y le obligan a formar parte de un sistema en espiral, donde se practica un interminable juego de la oca.
Una y otra vez, desde hace mucho tiempo, la tirada, la anti sistema emocional, cree que de nuevo el azar que hace golpear al dado dentro de su cubilete la llevará sin dilación a la casilla 31 y tendrá que dejar por enésima vez abandonada su ficha roja en la profundidad del pozo con la única opción de esperar a que alguien pase por ahí para poder salir. Son las reglas del juego. A Rebeca no le importa ser la ficha roja una y otra vez, incluso es capaz de jurar esto sin que la voz le tiemble.
Aunque bien mirado, ese juramento es precisamente lo que no entiende Rebeca de su realidad. ¿Por qué de una puñetera vez no abandona el color rojo?. Los otros, sus contrincantes, a menudo lanzan el dado con el beneplácito de la fortuna y de oca en oca y tiro porque me toca, siempre la sobrepasan.
Rebeca tiene un punto de inocencia aun por descubrir y es el mismo que tan imprudentemente le hace pensar que el problema es del color rojo de su ficha. Lleva tanto tiempo teniendo que llenar las horas de silencios que a nadie le importan, que a su alrededor se ha extendido la idea de que la roja vive de puta madre. Ella, cada vez más anti sistema y menos lerda todavía no ha explotado. Sigue con la dichosa partida, cada día de su vida cuestionándose solo lo justo. Sin pensar demasiado en una estrategia, no vaya a ser “que le salga bien gane y en consecuencia otro que no sea ella salga mal herido”..
Hace unos minutos que Rebeca siente un extraño hormigueo en el estómago, como si fuese una señal de que algo importante está a punto de suceder y acto seguido, se le ha erizado el bello de los brazos y ahora lo que siente es mucho, mucho frío. Pero lo ignora, porque de nuevo alguien ha llegado al pozo y ella ya pude volver a lanzar los dados. Se olvida rápido de ese frío húmedo, del miedo, de la oscuridad del pozo, de su soledad y reza antes de lanzar los dados pidiendo aun Dios que no sabe si existe, caer en una oca. Ignora porque desea tanto caer en una oca si tampoco es que tenga prisa, pero eso es de lo que se alegran el resto de la fichas cuando caen en esas casillas , o en la de dados a dados y tiro porque son cuadrados.
A veces Rebeca sí escucha los gritos que le lanzan el resto de la fichas sin motivo, cuando es ella quien cae en una oca o en un dado y le parece extraño que se dirijan a ella así, con tanta rabia, pero no encuentra la forma de terminar con algo que cree no depende de ella.
Rebeca hace lo que puede pero es incapaz de evitar que los demás murmuren con la idea de que una tía como ella, con esa pinta de tirada llena de tatuajes y piercings, es en realidad lo que se ve. Ella se pregunta qué quieren decir con eso,"que es, lo que se ve" pero hasta el día de hoy sigue sin concederle demasiada importancia, aunque reconoce que le duele un poco. Rebeca solo a veces y engañando a su intelecto, se considera posible ganadora y en consecuencia son pocas las ocasiones en las que tiene un subidón de esos, que parecen impulsarte hasta la luna, por eso cuando lo tiene, ella lo aprovecha para soplar en los dados y conseguir su mejor jugada. Pero como es tan breve lo que le dura ese pensamiento positivo a menudo los dados no la obedecen y entonces llega lo que más teme. El laberinto la devuelve a la casilla 30 cerca del maldito pozo de sus temores. Para regodeo y escándalo del resto de las fichas que parece que se crecen con cada desgracia que le ocurre. Pero a veces puede ser peor, de hecho caer en la 52 (la cárcel) te convierte de repente en delincuente, culpable sin juicio previo y eso a Rebeca le produce un gran desasosiego, porque no sabe de qué se le acusa, desconoce de qué horrible delito se tiene que defender. Y la espera de seis turnos se hace la mayoría de las veces interminable. Pero si hay algo que empieza a comprender a base de golpes emocionales es que tarde o temprano saldrá de esa casilla maldita, así es que de vez encuando imagina que es ella la que llega la primera y puede por fín abandonar para siempre ese extraño juego del que no recuerda cuando comenzó.

Pero nuestra Rebeca siempre vestida para el luto del alma e incluyendo su pintura negra en los labios y uñas, se cree tan poco que pueda llegar a ser alguna vez la ganadora en la partida, con apenas dieciséis años que su última tirada siempre la condena a la casilla 56 donde a veces una calavera, a veces la estampa de la muerte, la devuelve de nuevo a la casilla 1.
¡Lleva ya tantas vidas empezadas pese a su juventud!, que se siente cansada, como una vieja enjuta que carga con la leña que previamente ha cortado y transita por un camino helado. “Vamos Rebeca”, le dice una voz que no siempre reconoce, “estás en tu última tirada elige el momento adecuado para lanzar los dados…Vamos, puedes hacerlo, hoy puede ser tu gran día”.
Rebeca agita el cubilete rojo con fuerza, con determinación, con tanta determinación que se le escapa de la mano y el cubilete, con el dado que lo contenía, sobrevuelan por encima del tablero con su enorme oca dibujada en el centro. Rebeca palidece, el cubilete cae al suelo y el dado, el dado cae sobre el tablero rueda apresuradamente sobre él y cuando Rebeca y el resto de la fichas ya daban la jugada por perdida se detiene en una esquina. A los gritos del momento le sigue un denso silencio.
Todos los juagadores están mirando el dado y los puntos negros que aparecen en su cara. Silencio. Nadie dice nada. Nadie lo celebra. Tampoco Rebeca.
“Soy libre” susurra. Está asustada, ella es una “pringada”, incluso acepta lo de una “tirada” que es lo que siempre le han dicho, esa es su identidad. "¿Cómo va a vivir ahora fuera de ese juego emocional?". Pero ya no hay marcha atrás, Rebeca lo sabe, "una vez que pisas la casilla ganadora ya nada puede volver ser igual".
Rebeca se aleja dejando su ficha roja sobre el tablero. Titubea, no sabe si despedirse del resto de la fichas o rogarles que la dejen jugar de nuevo. ¡Todo es para ella ahora y de repente tan distinto y extraño!. Sale de la habitación y camina lentamente por un largo pasillo con cientos de puertas de colores a cada lado. Es la primera vez que está en un lugar así y no sabe donde le lleva. Rebeca, avanza y se aleja cada vez más del salón de juegos, se siente rara, ignora dónde se dirige y desconoce quién es en realidad Rebeca, ¿cómo se presentará ante los demás sean los que sean cuando se los encuentre? Se siente otra persona con sus ropajes negros y su piercing, con su tatuaje de la oca junto al número 56 por alguna, razón empieza a sentir que quiere expresarse de otro modo, quitarse ese tatuaje.
A lo lejos se escucha una música y de vez en cuando se percibe un aroma a chocolate y menta, pero Rebeca no se detiene a descubrir de donde viene, decide seguir avanzando hacia la música. Nunca antes había escuchado nada más hermoso. Rebeca sigue alejándose ahora con el paso ligero y el porte de una gacela que a nadie pertenece. El destino sí tenía algo diferente para ella después de todo. Y entonces, ríe y lo hace a carcajadas. Alguien a su derecha abre entonces una puerta de color verde y le invita a entrar. Es una niña y ella diría que tiene más o menos su misma edad… No se parece a los otros jugadores. Rebeca decide entrar y cuando lo hace sus ojos se llenan de lágrimas por la emoción, no puede creer lo que está viendo.

No hay comentarios:

Yes, we can!

INGLÉS a la carta

Come and enjoy yourself!

Aprende vocabulario inglés de una forma entretenida.

Tarjetas interactivas que nos ayudan a avanzar.

"Me gustó la web quizlet, y enseguida me animé a preparar material para mi propio aprendizaje. Si quieres mejorar tu vocabulario y no tienes tiempo de preparar tu propio material, puede que este sitio te interese. Ve a "Sets" en Come and enjoy yourself!"

Gracias por visitar este blog ¡ Que tengas un buen día!."

"Gacela" (Lux)