lunes, 15 de marzo de 2010

El diccionario impertinente (V): MADRE



M A D R E
con M

(mamá)

1. f. Hembra que ha parido.

yo añadiría en esta ocasión: o ha criado educando a su hijo. Porque aquí el diccionario se olvida de muchas madres con M mayúscula que cuidaron a niños (hijos) que no parieron pero previamente albergaron en su corazón. Prescindo pues del témino "adoptivas" para el caso que nos ocupa pues todas las madres lo son.



¿Quién alguna vez no ha deseado ser la mejor madre del mundo y ha tenido que reconocer que lo mejor que puede desear es ser la mejor madre para con su hijo?. ¿Quién a veces no se ha sentido desbordada en algunos temas de la crianza y se ha culpado a sí mima o a los demás, según el tipo de mamá que una sea?.
Aquellas mujeres que han ejercido de madre o han tenido el privilegio de tener una buena madre en su educación, saben de su abnegación en algunos casos, de su enorme capacidad en otros ¡y del extraño cambio de rol que a veces, inevitablemente experimentamos!.
Aunque educar es francamente difícil, amar aun hijo en cambio, es para la gran mayoría muy sencillo, por eso las madres saben que éste es el recurso más fuerte con el cuentan y el único imprescindible que siempre les ayudará a salir de cualquier situación por complicada que ésta les resulte.


Pero el camino para convertirnos en la madre que elegimos ser, es largo, tortuoso, gratificante y supongo que dura toda la vida, así que siempre que nos sea posible, disfrutemos lo mejor posible de ese paseo con nuestros retoños.

¿Que tal si paseamos hoy por los incómodos circuitos de la autocrítica materna?


Tal vez pasito a pasito nos permitamos reconocer, puede que por lo vivido y tal vez lo observado en el amplio y complicado mundo de las madres que Madre solo hay una pero que a veces se diría que la habitan unas cuantas más...
A las madres se nos suele disculpar todo pero, ¿debería ser siempre así?


Lux y taquígrafos de una maternidad propia o ajena



La madre que por supuesto, ninguna de nosotras somos


*La madre arenas movedizas.
Es aquella que desde que su retoño es bien pequeño evita pronunciar la palabra no. Parece una madre templada por el mejor herrero, que sabe donde pisa, no grita nunca y habla con tanta dulzura que al cabo de los años su niño se torna diabético en sus relaciones y cualquier mensaje que no sea empalagoso le resulta una agresión. Acostumbrado a que mamá le siga siempre la corriente y verla sin embargo actuar como veleta en un tejado, el niño crece inseguro y con la desagradable sensación de no saber nunca donde pisa, así que suele desarrollar el duro deber de proteger a su dulce y abnegada mamá.
*La madre progre
Es la mamá que rara vez se agobia por los actos de sus retoños o sus consecuencias. Todo es relativo para ella. No tiene unos ideales claros pero tampoco los necesita. El niño crece con una libertad envidiable y cuando llega a la adolescencia no entiende la necesidad de manejarse en los límites que le protegen incluso de sí mismo. El monedero de mamá por ejemplo, no es un límite. La verdad cuando es molesta se sustituye por la mentira y así sucesivamente. Si en algún momento de iluminada reflexión la mamá siente una culpa incómoda, enseguida hace uso de esa libertad de pensamiento y encuentra otra madre a la que pasar su propia responsabilidad. El niño suele volverse manipulador porque ve la discrepancia que hay entre su propia casa y el mundo real que sí le exige un comportamiento ético y unos límites.
*La madre fétida
Es la más peligrosa, para sí misma los suyos y los que se crucen en su camino. Es la típica maricomplejines que si abre la boquita es siempre para echar pestes sobre los retoños ajenos. Todo lo que ejerza una mínima sombra sobre los suyos, es para ella motivo de feroz ataque. Su infancia ha estado generalmente plagada de situaciones fétidas y proyecta sobre sus hijos todos sus multiples complejos (la mayoría inconcientes), victimizándolos hasta el punto más enfermizo posible, para ello crea por ejemplo, falsas historias sobre “ataques” de otros niños sobre sus hijos, para sentirse útil y restaurar ficticiamente todo lo que sobre ella tuvo que aguantar de niña. Suelen elegir como compañero de vida a un Peter pan que las acompañan en sus delirios por eso cuando las observas tienes que sumar uno más, al número de hijos que tienen.
*La madre Gestapo
Es esa madre entregada y responsable que aún no ha puesto su hijo el primer pie en casa y ya lo está bombardeando con preguntas orientadas y demandando sutilmente detalles sobre el colegio y los compañeros. Como este acto educativo suele comenzar a edades muy tempranas el niño se siente obligado a agradar a mamá de este modo y pronto capta la idea de cuan interesada está su madre por las vidas ajenas, así que se vuelve quisquilloso sobre los demás y los somete siempre a un escrutinio microscópico. Al hacerlo así, encuentra en los demás no solo defectos sino cualidades superiores a suyas que le abruman. Tan acostumbrado está a ver la paja en el ojo ajeno que pronto olvida las suyas propias volviéndose engreído y envidioso, así que cuando regresa a casa, sus historias suelen estar aderezadas de imaginación y cierta malicia, eso sí infantil. La mamá que lleva años presumiendo que lo sabe “todo” de su retoño y de los demás, nunca se ha molestado en contrastar las versiones de su listo chiquillo y cuando llegan a la adolescencia sus niños suelen presentar problemas de identidad que obviamente la madre niega, porque está demasiado ocupada investigando en los tuentis de vidas ajenas. Tiene que saberlo "todo" sobre las compañías de sus hijos y si ha de inventar un crimen moral lo hace, no le es difícil poner sobre el escenario pistas falsas que los demás tomen como verdaderas. Suelen ser madres de sonrisa fácil que siempre dicen a los demás lo que quieren escuchar mientras en realidad, hacen de topos e infiltradas en los círculos de amistades de sus hijos. Se consideran la mejor madre de todas, así que si tienen que apuñalar por la espalda a alguien con bulos para dirigir a su perfecto hijo hacia compañías más adecuadas sin que este se entere de su manipulación, no suele temblarles el pulso.
*La madre Cum laudem
Es la madre de apariencia perfecta, muestra hijos perfectos que visten tres años por detrás de la edad y van siempre impecables. Vigilan la largura de la falda o el corte de pelo de sus niños y el de los demás, evitan que los hijos de menos edad se relaciones con otros niños de mas edad y eso suele incluir a primos, hijos de amigos o vecinos. Los resultados escolares los asumen como propios y siempre son excelentes. Su forma de educar es la única y la posible, así que lo saben todo sobre lo mal que lo hacen el resto de las madres. Suelen conseguir hijos que jamás les dirán la verdad para no romper esa imagen perfecta que les demanda mamá y cada cosa buena que oigan de sus compañeros de clase, lo vivirán como afrentas que les llevarán a convivir en numerosas ocasiones con los incómodos celos viendo en cada éxito ajeno una objetivo a destruir.
*La madre leona
Es la madre que nunca está presente física o psicológicamente, pero que cuando siente que su retoño es atacado, entra en escena con tal ímpetu que arremete contra quien considere de una manera desproporcionada. Como no está acostumbrada a medir el alcance o consecuencias de sus actos, estos repercuten silenciosamente en el día a día de sus hijos que cuando ven a su madre actuar así de intempestivamente quedan descolocados ante tamaña desproporción, así que estos niños suelen protegerse evitando pronunciar nada que suene a problema y acostumbrándose a resolver las cosas por su cuenta. Aparentan una madurez precoz.
*La madre top fashion
Es la madre que tiene que estar a la última en todo y compite con sus propios hijos, suele ser cariñosa pero distante. Rara vez se baja de los tacones o del pedestal en el que ella misma haya decidido colocarse y cuando lo hace es para hacerse la pedicura. No lleva muy bien el paso del tiempo así que hace lo posible para sus niños alarguen la infancia todo lo posible y no dejen las muñecas hasta bien tarde. No suelen ser madres excesivamente entregadas a la causa, así que el retoño suele tener un cruce de cables entre como debe sentirse y como se siente naturalmente. Suelen convertirse en niños excesivamente responsables y preocupados que no entienden cual es su lugar junto a la madre.
*La madre niña
Es aquella que todo lo que tiene que ver con sus hijos le afecta hasta un punto enfermizo, solo dan por buena su propia referencia y eso le crea angustia al percibir que puede haber una diferencia importante entre lo que hace y lo que debería hacer. Tiene que seguir siempre lo que ella escuchó a papá y mamá e introducir un giro en la educación de sus hijos le produce malestar, por eso no encaja bien con otro estilo de madres actualizadas, a las que considera irresponsables y por tanto una amenaza. Sus niños suelen recordar a aquellos con los que jugamos en nuestra propia infancia y suelen tener un punto infantil que invita a protegerlos incluso cuando no lo necesitan.
*La madre vacía
Es la madre que considerándose una fracasada en algún aspecto de su vida, nada la llena y hace de la educación de sus hijos un todo imposible. Haga lo que haga nunca se siente satisfecha con los resultados y aunque trata de ocultar su insatisfacción siempre hay circunstancias que le llevan a menospreciar al hijo. No es capaz de centrarse en los buenos resultados de la vida en general, sino que cada supuesto defecto lo convierte en un motivo para justificar su insatisfacción.
*La madre diva
Es aquella madre que todo lo que suene a llanto infantil, manchas en la ropa o fracaso escolar no va con ella. El tiempo que tiene no lo pierde en tutorías ni en cumpleaños infantiles. Esta muy pagada de sí misma así que suele tratar a todos los que le rodean, incluidos sus hijos, con aires de superioridad. El niño suele mostrarse sumiso y responsable o bien, agitado y destructivo. De cualquier modo la madre tan ocupada consigo misma no suele apreciar las consecuencias de su abandono emocional.
*La madre mochila
Es la madre que apechuga con todo lo que sucede con su hijo o en su entorno. Si pasa algo malo, es para ella porque se siente la responsable, suele mostrar incapacidad total para hacer al hijo responsable de sus propios actos cuando es en realidad lo que corresponde, así que este comportamiento le lleva a menudo le lleva a sentirse como una fracasada y una víctima.
*La madre circense
Es la madre que igual sirve para un roto que para un descosido, cumple con todo y si no lo hace se siente culpable, así que una y otra vez piensa que debe estar presente y activa en todo lo concerniente a sus hijos. No suele encontrar un momento de paz para sí misma así que convive con el agobio “cualidad” esta que suele transmitir inevitablemente a los hijos.
*La madre ausente
Es aquella que acumula obligaciones externas por todos los lados y que le evitan abordar los problemas propios de la crianza, suele dar la sensación de que se come el mundo pero no llega a entender las consecuencias de que sus hijos sean atendidos siempre por personas de su total confianza. Los niños son unos supervivientes de su propia desatención afectiva.
*La madre colega
Es la que suplanta el papel de amiga para su hija y todas las amigas que tiene su hija le parecen falsas y llenas de defectos, hace lo posible para actualizarse y ejercer sobre su hija una autoridad disimulada.
*La madre bipolar
Es la madre que dentro del hogar tiene un comportamiento con los hijos o con su marido y fuera inventa otro que interpreta a la perfección. Suele tener una doble vida que pocos conocen o intuyen, pero en general se cree su papel y lo hace creer a su entorno más próximo.
*La madre cazafantasmas
Vive anclada en los miedos del pasado y todos los que se ha ido inventado a lo largo de la vida, así que suele presentar ante los hijos una actitud extraña cuando empiezan a emprender el vuelo. Como suele tener asociados ciertos rasgos de control e híper vigilancia le gustar propagar historias que trasmitan temor y haga parecer que las otras madres son unas imprudentes. Eso le permite a ella alargar el vuelo de sus retoños hasta que cuando este se incia inevitablemete se estrellen. (Tal y como ella preconizaba)
*La madre sargento
Es la que tiene que tener una tropa a la que gobernar alrededor de ella. Su falsa felicidad depende ello y para nutrir a su tropa por ejemplo, hace acopio de Tuppers con comida recién hecha que lleva al parking del colegio de sus hijos. Suele pensar que las comidas escolares son basura y solo es comestible aquello que ha sido cocinado con sus propias manos. Primero suele cebar a los niños y luego buscar un especialista que le diga lo obvio. Suele criar niños muy bien educados en su propia casa y escandalosamente bándalos con lo ajeno. Como propaga ideas de pelotón, funciona como tal y suele crear situaciones un tanto endogámicas a la hora de moverse por el mundo. Lo que más teme es el abandono y la soledad, así que cualquier comportamiento que de alas o la ponga a ella en evidencia será sometido a un juicio sumarísimo y no dudará en condenar al reo causante del mal en su familia.
*La madre histérica
Es aquella que cuando deja de ver a su retoño unos segundos en unos grandes almacenes, reacciona gritando y culpando a la cajera de lenta. No sabe vivir las cosas de otra manera que no sea exagerando.
*La madre parabellum
Es aquella que va siempre con la escopeta cargada, que cuando menos te lo esperas, generalmente ante otras madres, suelta lo que se le ocurre sin importarle a quién deja en evidencia. Actúan siempre sobre un objetivo desarmado y le gusta manifestar ante testigos que lo que hacen es defenderse de un ataque, que por supuesto nadie, excepto ella han visto. En el fondo son del género cobarde así que cuando les devuelves su bala se acongojan.
*La madre bombero
Es la que haga falta o no, saca la manguera ante cualquier conato de incendio “por si acaso”, cuando percibe su sobreactuación desaparece sin retractarse, hasta la próxima paranoia.
*La madre alacrán
Es la madre ideal que maneja a sus vástagos a la perfección, los cubre de elogios y regalos pero que cuando las cosas no salen como quiere, les recuerda lo desastres, inútiles, vagos, irresponsables y torpes que son.
*La madre castrati
Es aquella que lleva fatal que sus niños crezcan y además se les note. Cualquier signo adolescente de cambio les parece una agresión y suelen tener adjetivos calificativos para los niños que no controlan un impulso y una lista extensísima de adjetivos descalificativos para las niñas adolescentes que no van con la cara lavada, el pelo en una coleta y la falda por la espinilla. Todas son… lo que son, excepto sus propios hijos que son seres angelicales, asexuados e incorruptos.
*La madre espejo
Es aquella que cuando mira a su hija o su hija la mira a ella se sienten idénticas. Llevan bien lo que les parece bueno pero cuando una es el reflejo de los defectos de la otra, esto les produce un sentimiento agridulce que no siempre saben resolver por lo que confunden a la hija que rara vez llega a saber quién es.




La madre que a muchas supongo, sí nos gustaría ser:



*La madre balanza
Es aquella madre que en paz espiritual consigo misma y reconciliada con sus defectos, se comporta amorosamente en cada uno de sus actos, adecuando sus conocimientos y sus técnicas educativas, a las necesidades personales de cada hijo y persiguiendo con ello el legítimo objetivo de conseguir que en el futuro se conviertan en adultos felices y maduros, responsables de sus propios actos y conscientes de todas las capacidades personales que poseen para encontrar su lugar en el mundo, permitiéndoles en el camino, cometer sus propios errores cotidianos.
Es ese tipo de madre cuyo premio maternal más importante, es sentir a sus hijos siempre cerca de su corazón aunque disten de ella kilómetros en algunos aspectos de la vida o vivan conforme a las creencias que ella les transmitió y las que voluntariamente aprendieron de la comunidad en la que les tocó vivir.
Una madre balanza es la que procura que si ésta, se ha de inclinar hacia algún lado, sea para que con ello su hijo pueda volar más alto y regresar cuando lo desee, porque si algo sabe es, que pase lo que pase, siempre estará conectada con sus hijos por un vínculo fuerte en indestructible que fue construido durante todas y cada una de las horas a veces dolorosas, otras difíciles pero también alegres que compartió con ellos durante su infancia y la tortuosa adolescencia.
Es en definitiva una madre balanza es una persona equilibrada en su perpectiva y capaz, preparada para dar y recibir amor y conocimientos, y que no teme detenerse a hacer un balance de vez en cuando porque le ayuda a mejorar y a preparar el resto del camino... Una madre así es aquella que admite sus incapacidades sin que estas pesen más que sus capacidades. Dispuesta supongo a sufrir y a ser feliz.

Pocos retos hay mas elevados y más complicados que educar, por eso es tan necesario que nuestra sociedad recupere ese papel en la parte que sí le corresponde. Educamos para hacer seres sociables capaces de vivir en armonía los unos con los otros, luego todas las personas que componen una sociedad deben reconocer su papel educador sobre el aprendiz.
En este sentido y por desgracia, las cosas han cambiado mucho, pero también es verdad que cada generación ha tenido su propio reto y nunca le fue fácil a ninguna. El nuestro, el de la sociedad actual, es que en general, recupere el compromiso educativo que le corresponde y sea capaz de ofrecer un mundo con valores mejores y más sólidos, menos virtuales y mas humanos.
Confío en que al menos mi generación que se haya ahora educando hijos, sí sea capaz de restaurar este desconcierto e implicarse, para que nuestros niños y adolescentes puedan de nuevo encontrar, referencias externas cuando van creciendo fuera de la familia. Heroes cotidianos, sencillos, que los guien por los mejores caminos posibles. Mientras se produce ese moviento silencioso social, cada madre y cada padre seguirá seguro, haciendo lo posible por educar responsablemente, pero no deberíamos estar solos en este comentido, pues bien merece la pena una sociedad mejor.
¿Acaso no son estos niños que estamos criando los que luego tendrán que pagar nuestra pensiones? Seamos adultos responsables para poder exigir esa responsabilidad y apoyemos cualquier acción que mejore una coeducación honesta en favor de nuestros niños. Restauremos todos los desperfectos que podamos y ofrezcamos ya nuevos horizontes. Porque los de ahora no estan claros y confunden a menudo a muchos de nuestros jóvenes, ¿Como puede explicarse sino lo que está ocurriendo?
*PD: Si he conseguido que sonrías me alegro, si has fruncido el ceño...no me alegro. Un abrazo a todas esas madres imperfectas que pueblan el mundo y que son conscientes de cuanto aman a sus hijos, razón por la cual comprenden todo aquello que escapa a su capacidad o buena voluntad.
Vaya este especial abrazo a aquellas madres que sobrevivieron a sus hijos y viven ahora con ese lacerante dolor, amaron a sus hijos y eso nada puede destruirlo .

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