Quedémonos aquí con el calor enfermo del invierno
bajo el dominio impune de los astros,
donde pace serena la mañana
y la noche sumisa se ha dormido.
Amémonos aquí rompiendo los silencios,
como se aman vencidas, las cumbres y las nubes
ante el agua de lluvia derramada
en los ciclos finitos de la vida.
bajo el dominio impune de los astros,
donde pace serena la mañana
y la noche sumisa se ha dormido.
Amémonos aquí rompiendo los silencios,
como se aman vencidas, las cumbres y las nubes
ante el agua de lluvia derramada
en los ciclos finitos de la vida.
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