400 millones

Mujer negra con voz clara.

Dambisa Moyo es mujer nacida en Zimbaue, o tal vez debería decir una mujer negra nacida en Zimbaue. O ser más precisa si resultase relevante y decir, una mujer negra, africana, economista y profesional. Ojos grandes y sonrisa generosa. Guapa. Pero aun así, me estaría dejando lo principal, sino dijese que Dambisa Moyo tiene pinta de ser una mujer interesante y un punto valiente. Ha estudiado en universidades como la Oxford University, Harvard university y la American University de Washington D.C. que es desde luego una ruta universitaria que ya me hubiese gustado recorriese cualquier ministro de economía de mi país.
Pero aquí más bien es al revés, cuanto menos sepas de la cartera que representas mejor.
Su desarrollo laboral anduvo durante diez años por el Banco Mundial así que por experiencia y formación queda autorizada bajo mi particular punto de vista para escribir un libro con un título desafiante y un contenido dicen “controvertido” y saber sin embargo, bastante bien de lo que habla.
No parece que su libro haya sido todavía traducido al español o al menos a mi no me consta a día de hoy, pero sin entrar en el libro, declaraciones hechas por su autora Dambisa Moyo, ya la hacen una mujer interesante.

Dead Aid, (La ayuda que mata), ese es el título del libro de esta mujer, y que abre lo ojos sobre el desgraciadamente eterno problema de la pobreza y el subdesarrollo en África, desde un punto de vista menos oficioso.
Dambisa afirma de forma clara y contundente que “la ayuda de los países occidentales está matando a África” y semejante afirmación no me lo negarán invita cuanto menos a pensar…
Resultaría poco inteligente ser categórico con problemas graves que implican descarnados dramas humanos, sin embargo cuando hablamos de problema lo hacemos por que algo “tiene que ser aclarado”, es decir, solucionado.
Ninguna de las definiciones que da el diccionario, informa de que un problema sea un elemento imposible de solucionar sino que más bien se trata de digamos, algo de difícil resolución. Luego hasta en un problema, hay esperanza, incluso cuando se trata de problemas humanos que llevan generaciones en la misma aparente situación.
Por tanto, si tengo un problema cabe pensar que hay algo con la posibilidad de ser solucionado. Si tengo algo que no puedo solucionar cabe cuestionarse si entonces no habré de dejado de tener un problema.
Dambisa es por lo que se escribe sobre ella una mujer bastante informada que se atreve a aportar datos objetivos sobre una cuestión tan políticamente delicada como la ayuda a África.
Uno de los razonamientos que plantea esta mujer es que 50.000 millones de dólares, llegan cada año de ayuda a África y el resultado objetivo, es que los pobres allí cada vez son más pobres. Añade que en los últimos 60 años África no ha dejado de percibir ayudas al desarrollo y que a día de hoy la renta per cápita es menor que en los años 70 y que 350 millones de personas viven con un dólar diario.
Dambisa piensa que África solo debería recibir ayudas en casos puntuales de catástrofes como terremotos, sequías…etc.
Ella que supongo ama su tierra, o al menos a mi me lo parece, no puede dejar de ver que mientras China ha prosperado en los últimos años, (hace cuarenta años china era mucho mas pobre que algunos países Africanos), África sigue siendo la eterna víctima.
China a reaccionado reconstruyéndose así misma sin depender de dichas ayudas tan tiernamente llamadas “humanitarias”.
Estas son algunas de las ideas que han transcendido de su libro y que invitan a frenar este aparente paroxismo sobre el ser bueno occidental.
Personalmente me es imposible dar con si la solución pasaría por dejar de prestar estas ayudas porque sobre todo desconozco el coste en vidas humanas que esto podría tener, pero apoyo la fortaleza de esta mujer cuando grita al mundo que África debe desear dejar de ser una victima y empezar a responder por si misma. Por que así es como traduzco yo su título.
Estoy de acuerdo con Dambisa en que hay ayudas que incluso de buena fe matan. Opino que obligan a la víctima a depender de por vida de su supuesto salvador (Gobiernos, Ongs, Instituciones…) y crea así en el problema una especie energía centrífuga a la que todos se acostumbran. ¿No es esto lo que le pasa a muchos países occidentales con su extrañamente llamada política social? ¿Hacer cada vez más dependientes a los votantes de la manita de papá estado, no está siendo ya demasiado “normal”? Cobrártelo anticipadamente en impuestos para luego darte “ayudas” según criterio de estado que se erige en salvador ¡Por supuesto! A veces entran ganas de gritar, más gestión inteligente y menos ayuda. Más política con los intereses del pueblo y menos demagogia de partido. Más oportunidades y menos intrusismo.
Tiene todo el sentido que Dambisa haya querido replantear el problema y la solución, porque tal vez ella sí crea que África tiene capacidades que la pueden hacer independiente y tal vez por ello entienda que esas ayudas deben ser a cambio de algo, porque que en sus palabras “lo único que tienen que hacer los dirigentes corruptos para permanecer en el poder es cortejar y ofrecer sus servicios a los donantes extranjeros”.

Dambisa Moyo y su “Dead aid” una voz clara en este ruido global, ¿está el mundo preparado para escuchar lo que tenga que decir?. Se verá.

Mujer blanca, alma negra.

Presentación López es una mujer blanca, con el pelo ralo y los surcos del tiempo muy marcados en su rostro, como la tierra árida de algunas zonas de África. Presentación es monja, misionera y se recupera en un hospital de Gerona de las heridas sufridas en una ofensiva de los rebeldes tutsis contra los militares congoleños. Las heridas de esta monja son digamos, más bien físicas, sus piernas son ahora dos prótesis con las que aprender de nuevo a caminar, pero su fe, sigue intacta y este contratiempo no ha hecho sino reforzarla. Así que debe ser una de esas pocas personas que han podido conjugar en su vida vocación y trabajo.
Presentación conoce los problemas de África, no me refiero a esos problemas eternos, inmisericordes que dicen las estadísticas, sino a esos otros, los reales los que no permiten poner una x en la casilla o sumar datos sin descanso. Los problemas que conoce Presentación son problemas que no mienten, que no se disfrazan porque durante dieciséis años ha estado mirando de frente a los seres humanos que le ponen nombre a esos dramas humanos en África.
Presentación opina que "puesto que occidente colonizó África ahora tiene que adquirir el compromiso de hacerla próspera y repartirse el continente pero para ayudarla". Presentación acepta vivir en un lugar caliente y de alto riesgo donde son varias las veces en que ha sido asaltada en su casa de religiosas, o transitando por los caminos que la conducen a los necesitados, por la misma policía.
Supongo que Presentación incorpora esto a su cuota de riesgo como aquí lo hacemos con las de accidentes, infartos, paro o terrorismo, aceptando lo que hay e inventando la creencia de que ese no es nuestro destino sino más bien el de los otros.
Su visión de la ayuda a África, es personal y cristiana. Considera que “se debe ayudar a África sin pedir nada a cambio porque de otro modo no es Ayuda”.
Nos recuerda que el Congo podría abastecer de energía eléctrica a todo el continente y que su riqueza en petróleo, madera, y diamantes. Sugiere que hay que enseñarles a organizarse y construirles carreteras. Como organización religiosa no reciben ayuda del gobierno, solo en los casos de catástrofes o epidemias. Presentación Lopez cree que la cultura de tribus y clanes está muy arraigada y dificulta por tanto la paz en la zona.
Esta monja ha hecho mucho más por África que cualquiera de quienes podamos opinar tan cómodamente desde nuestro occidente movedizo y enfermo. Es coherente con su sentido de entrega al prójimo y aceptación de la adversidad cuando le “pilla” a ella una bomba que llevaba en esa teoría un poco absurda, el nombre de otro desgraciado destinatario, o tal vez no. Porque quien atenta contra un hombre atenta contra la humanidad…¡Ay si fuésemos capaces de recordar esto!
Presentación López da también que pesar sobre como se hace realmente el camino que te conduce paso a paso, andando despacito porque no te permiten correr, a tropezones a veces, por tener la vista nublada por el polvo de esa carretera sedienta del Congo y no desde despachos alejados a miles de Kilómetros, donde se lavan conciencias y se pide % económicos sobre los que luego nadie reflexiona lo suficiente para cambiar las incoherencias del sistema. Parece pues que Presentación es una persona con profundo interés en el “desarrollo” espiritual, humano y religioso cristiano de ese continente.

Considero después de conocer el trabajo de Dambisa y Presentación que ambas mujeres están más cerca de la realidad y el interés de resolver los problemas de África que muchos de los dirigentes que gobiernan y tienen la capacidad de actuar sobre la condena a muerte de sus habitantes.
Si Presentación, se debe ayudar a África y Sí, Dambisa se debe acabar con esa ayuda que no permite prosperar un continente fuerte. No son dos caminos tan diferentes lo que una y otra defienden en medios de comunicación diferentes. Probablemente el sentido esté en sumar lo mejor de ambas visiones. Tal vez se deba poner más voz a la mujer Africana y menos dinero en las manos equivocadas.

Dambisa afirma que la ayuda que recibe África la está matando y Presentación piensa que se debe seguir ayudando a África sin recibir nada a cambio. Es probable que ambas hablen de lo mismo expresándose de modo diferente en sus vidas.
Personalmente no creo que África deba devolver a quienes la ayudan otra cosa que no sea su propio progreso y su independencia económica, su alfabetización y su desarrollo en la mejora de la supervivencia infantil. Tal vez ese debería se el compromiso de África para recibir ayuda. Mejorar. Resultados que vengan haciéndola cada vez menos dependiente.
Ambas mujeres aman África y las dos le desean y trabajan por un futuro mejor para sus habitantes, tendiendo sus manos a ambos mundos y esto es supongo más de lo que hacen muchos de los que están haciendo circular el dinero para ese continente o de esos otros que lo reciben sin escrúpulos, para sembrar con él los privilegios de unos pocos. África puede prosperar si la dejan, incluso siendo tan complicado como realmente lo parece, cada pueblo ha de poder acercase hacia un horizonte mejor.
Dambisa y Presentación dos ejemplos de mujer que te hacen sentir muy pequeñita y a la vez importante, al recuperar la fe en Dios y en el ser humano.

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Algunos datos publicados sobre África


25/05 Día de África
400.000. 000 Personas que conviven en la pobreza en ese continente
11.000.000. Desplazados o refugiados
1.000.000. Euros “invertidos” por España para la cooperación internacional con ese continente
800.000.000. Dólares procedentes del petróleo y desviados por sus dirigentes a cuentas en el extranjero.
11%. Producción mundial de petróleo
9,4%. Reservas de petróleo mundial en África
34. Personas de la ONU asesinadas en el continente durante el 2008
27. Años que ha durado la guerra en Angola
300.000.000. Dólares despilfarrados en guerras en los últimos 15 años y que según un informe de Intermón Oxfam podrían haber acabado con el sida, la malaria, la tuberculosis, los problemas de agua potable o de educación…
Entre 15 y 29. Edad de la mitad de los varones muertos en conflictos.
25.000.000. Dólares perdidos en agricultura por los conflictos entre 1970 y1997 (el equivalente a las ¾ partes de la ayuda recibida para ese periodo)
18.000.000. Dólares que pierde el continente cada año por conflictos armados

30% Aumento en la producción de petróleo que podría si quisiese llevar a cabo África hasta el 2015 para obtener 25.000.000 de dólares (el equivalente a lo que África va a recibir de ayuda en los próximos 5 años) por parte del G-8.

95% .Fusiles que no proceden del continente Africano…

¡ Con F de Felicidades !

Querida hija,

Hoy es tu cumpleaños y esta mi forma de decirte ¡Felicidades!. Así que ya lo ves, este año va a ser que me sale baratito tu regalo. Que si, que sí, que voy a escribir para que me entiendas. Y no, prometo no enrollarme mucho. Ya lo sé, ya lo sé, tú eres lista. Soy yo la que me paso jugando con las palabras y enredándolas tanto que a veces no entiendes muy bien a donde voy.

Es normal mi niña, tienes supongo una madre un punto complicada. Pero no lo lamentes mucho, es posible que todas lo seamos. No importa si hoy el día acaba venciéndose a las nubes y nos envía lluvia porque hoy es un día hermoso, único y especial, exactamente como lo eres tú para todas las personas que te queremos.
No es esta la primera carta que te escribo, sino la tercera. Te explico. La primera fue antes de que nacieras ¿La recuerdas? Surgió de mí como un susurro cuando estabas duro que te pego ensayando los primero tiros a puerta (va de fútbol) resultó ser un momento mágico. Fue nuestra primera comunicación telepática en plan profundo. Luego vino la carta de tu inicio en la preadolescencia, una muy extensa que supongo te costó entender y ahora surge esta, para que veas que me entero de cuánto has crecido y cómo el amor si uno lo desea, puede ser inagotable e incondicional. Por que al menos yo, así es como te quiero a ti.
Llevamos un par de añitos muy entretenidos, ambas nos abrimos paso entre confidencias y sobresaltos para después darnos cuenta que en ese mundo nuestro que hemos creado cabemos las dos tal como somos y cómo no, aun nos queda espacio para papá.
Pasamos buenos ratos pese a todo, no me digas que no. Cuando hacemos planes sobre tu futuro, cuando reímos sin saber porqué o hacernos bromas, cuando nos dicen la ya típica frase de ¡Parecéis hermanas! Y yo contesto con la ya también típica ¡Qué mas quisiera yo!
Luego tu elevas las cejas y yo te explico que es un halago por que tú, a tu edad quieres parecer mayor (aunque va a ser que eso no es posible, las apariencias engañan) y a mi pues no me importa parecer mas joven. Pero ¿sabes? también me gusta estar contigo cuando tú lo pasas mal y me haces alguna breve confidencia de lo que te duele y entonces yo me hago la fuerte y busco y busco en mi cerebro, en mi memoria vieja qué puedo decirte que te haga sentir mejor y más segura. Y aunque hablo mucho a veces, otras solo nos abrazamos. Y alguna vez conseguimos sentirnos un poco mejor. Por cierto, me encanta cuando nos abrazamos y tengo la sensación de pasarte un poco de esa energía que ya me empieza a escasear ¿Y a ti? ¿Sientes que te llega esa energía? Ja, ya se lo que piensas, que estoy loca…

¡Que bonita eres mi niña! Y ¡Que buena gente! Un bebe llorón, una niña terremoto y ahora una adolescente soñadora. ¿Qué voy a hacer contigo? No lo sé cariño, supongo que al encargarte debí marcar la casilla que ponía pack aventura. Pero sabes, ya me voy acostumbrando. Lo que antes me tenía un poco desorientada ahora me encanta. Somos diferentes en la forma, y tal vez en el fondo también, pero hay algo que no puede ser percibido por los ojos sino por el corazón que me hace saber cuanto me gustas así y cuan valiosa eres. Es una forma de conexión que me demuestra que tal vez no seas tan diferente a mi después de todo.
Mi regalo de hoy para ti, es un deseo, ya ves, ¿poca cosa? ¡ni lo pienses! y como creo firmemente que los deseos auténticos se cumplen, se que será así. Hoy, diez de mayo del año dos mil nueve, deseo que tu, mi hija, te conviertas en la mujer que Dios tiene pensado que seas. Eso significa que poco a poco como esa arcilla que acariciaba el abuelo al hacer sus esculturas, la vida te convierta en un persona auténtica.

Nos queda mucho por vivir y espero que no me lo pongas muy difícil bicho, porque ya te aviso que las madres hemos sido dotadas de la fuerza de un huracán….(je,je) creo que ya sabes de que hablo y las garras de una leona.

Pues eso mi niña construye cada minuto con todo el cariño de que seas capaz y esfuérzate en ser mejor cada día.
Cuida mucho tu corazoncito que es todavía tierno y delicado y no te olvides de sonreír a todos los niños pequeños con lo que te cruces por el colegio, y hablar con alguno de ellos, por que es un buen gesto para recargar las pilas en un día duro. Y por favor, ríe, ríe a carcajadas a la menor excusa, porque la risa es el mejor alimento para el alma. Y llora, siempre que te sea necesario llora, pero deja que tus lágrimas sean un regalo solo para quien sepa entenderlas. Estudia, estudia y estudia, brujilla, porque tu cerebro necesita ese alimento si quieres ser libre y fuerte el día de mañana.
Y cuida también mucho a tus amigos verdaderos en esta época tan difícil para los adolescentes, en la que cada uno vais construyendo la personalidad y lo mejor y lo peor parece multiplicarse por cien. Sé lista y elije siempre a los mejores, quiero decir a los que tengan un corazón más grande si cabe que el tuyo. Y cuando decidas ser amiga suya, se la mejor amiga posible. Comprensiva, discreta, cariñosa, fiel, seria, generosa, divertida…en fin ya sabes tal y como te muestras a menudo.
No te olvides de decir Si a todas las cosas buenas que te vayan ocurriendo pero tampoco de expresar un No alto y claro, a todo aquello que viene disfrazado de falsa diversión o falsa amistad y cuyo fin es destruirte por dentro o por fuera. Se exigente contigo misma porque las personas somos imperfectas y hemos de mejorar siempre, pero también indulgente cuando no siempre consigas los resultados que quieres pese al esfuerzo. La vida no siempre es fácil pero es hermosa, tú estás aquí para recordarme a mí que es así.

Catorce meses de nombre Mayo, es lo suficientemente importante para darle gracias a Dios por todos esos años, así que cariño, tampoco te olvides de rezar de vez en cuando. Eso probablemente te dará un poquito de paz y la paz es el mejor estado para el hombre.
Pues nada mi niña que muchas felicidades, disfruta de este día y de este millón de abrazos que te tengo preparados, así que venga ven a buscarme que son muchos y se me escapan.
Espero que te haya gustado mi carta y que me perdones la palabreja rara pero es que no hay otra mejor para expresar lo que quería decir. Apréndela si no la conoces porque suena bien y suele ser útil para con uno mismo y para con lo demás.

Abrazos y besos, besos y Abrazos.

Mamá.

Indulgente: Inclinado a perdonar y disimular los yerros o a conceder gracias.

¿Te he contado que la mayor lección sobre el perdón la aprendí contigo? ¿NO? Pues tal vez algún día te lo cuente.